Esto es porque las flotas de transporte no están preparadas para adaptarse a estas condiciones. Según el Observatorio de Movilidad de Montevideo sólo el 29,2% de las unidades de buses de la empresa UCOT cuentan con piso bajo adaptado a personas con silla de ruedas. Le sigue COETC con el 26,5% de las unidades y de ahí para abajo. CUTCSA tiene el 24,3% y COMESA sólo el 11,7%.
El único incentivo que existe actualmente en Uruguay consiste en que las personas con discapacidad pueden viajar gratis y con derecho al asiento en las unidades de transporte de pasajeros urbano e interdepartamental. Un dato que parece intrascendente ante las complejidades detalladas.
Además, el Ministerio de Desarrollo Social en Uruguay ha puesto en funcionamiento un servicio especial de transporte para personas con movilidad reducida. Consiste en traslados "puerta a puerta" en Montevideo, adaptados para personas con movilidad reducida, realizado con vehículos especialmente adaptados, con rampas de acceso y equipamiento para asegurar un traslado seguro. Los traslados no son personalizados, es un servicio compartido con otros usuarios, por lo cual, requiere de flexibilidad horaria.
¿Cuáles son los inconvenientes de este servicio? Se debe confirmar con antelación por teléfono, sólo se realizan traslados hasta 3km por fuera del límite de Montevideo y por un costo adicional, no es gratuito y no está disponible en todas las ciudades del país.
En este sentido, la pérdida de tiempo, o la imposibilidad de acceder a un bus de forma fácil y económica, sin tener que contratar servicios especiales y pagar transportes privados todavía no son compensadas por la infraestructura gubernamental y pública en la mayoría de las ciudades de la región. Uruguay no es la excepción a la regla.
¿Qué debemos hacer entonces, para ir en dirección a ese camino? Renovar buses con rampas, estaciones y unidades que permitan el ingreso de sillas de ruedas, reservar dos asientos para personas con discapacidad, disponer de espacios exclusivos, llevar el número de línea, ramal y otras indicaciones en carteles fácilmente visibles y también en braille. Estas son algunas de las buenas prácticas que necesitamos ahora, de forma sine qua non e inmediata. Las necesidades básicas no pueden esperar, y la movilidad es una de ellas.
Algunas plataformas tecnológicas de movilidad y asistencia de viajes ya se encuentran trabajando para mejorar la accesibilidad en el transporte público. Una de ellas es Ualabee, que propone mapear y relevar las distintas paradas o estaciones que están adaptadas a personas con accesibilidad reducida y ponerlo de manifiesto en la app, o bien, poner su tecnología a disposición de otros proyectos y organizaciones que velen por proteger estos derechos.