Con esta variante en el sistema de pago, la plataforma amplía el horizonte y le permite a cualquier persona utilizar Uber Eats, no importa si dispone o no de una tarjeta de débito o de crédito. Así, se elimina cualquier tipo de barrera para los clientes, al tiempo que aumentan las posibilidades de ganancias tanto para los restaurantes como para los socios repartidores.
De hecho, en otras capitales latinoamericanas donde ya funciona el sistema de pago en efectivo de Uber Eats, se han incrementado los ingresos de los repartidores y han mejorado las ventas de los restaurantes, ya que crece el número de potenciales clientes.
Eso sí, con este nuevo sistema (que se selecciona en el perfil de la aplicación, en la sección Pago) hay un par de limitantes: sólo se permite un pedido en efectivo al mismo tiempo, de un máximo de 660 pesos (por seguridad del repartidor), y no se pueden solicitar bebidas alcohólicas.