El objetivo del cierre del registro era estudiar la contribución de las aplicaciones a la movilidad urbana. La intendencia llevó adelante este estudio y recomendó reabrir el registro en base a las conclusiones obtenidas.
Pero esta medida no solo se encargó del estudio de mercado, ya que también limitó la cantidad de autos y dejó sin una oportunidad de generar ganancias a muchos montevideanos. La cantidad de viajes que no pueden completarse es cada vez mayor, y en menos de un año aumentó un 400%.
Cada viaje no concretado es un usuario que no pudo viajar, ganancias que no llegaron a un socio conductor, y una contribución perdida para Montevideo, que hoy suma $ 10.7 millones en impuestos no recaudados.