En tiempos en que la industria farmacéutica suele estar bajo escrutinio por su impacto ambiental, Uruguay se consolidó como un caso de referencia en sostenibilidad industrial. Desde Montevideo, donde opera la casa matriz regional de una de las cinco farmacéuticas más grandes de América Latina, el país logró resultados que la posicionan a la vanguardia regional en gestión ambiental y eficiencia productiva.
Se trata de Adium, que según su Reporte de Sostenibilidad 2024, las operaciones uruguayas alcanzaron una tasa de reciclaje del 89,5%, la más alta entre los 18 países donde la compañía tiene presencia. Además, a nivel global se redujo el 2% del consumo de agua, hasta 1,16 litros por unidad producida, y se mantuvo estable el consumo energético en 1,68 megajulios por unidad, mejorando el desempeño en estos tres indicadores sostenidamente desde el año 2021.
Adium, que tiene su casa matriz en Montevideo, está integrada por más de 7.300 colaboradores y cerró 2024 con 99,6 millones de unidades producidas, ubicándose entre los mayores laboratorios latinoamericanos y destacando por sus estándares ambientales y sociales de nivel internacional en todos sus países
“Logramos integrar buenas prácticas de gestión de agua, eficiencia energética y gestión de residuos que hoy colocan a Uruguay como referencia dentro del grupo. Este modelo demuestra que la sostenibilidad es un pilar estratégico que atraviesa todas las decisiones de la compañía y forma parte del modelo de negocio como eje transversal, con el objetivo de impactar positivamente en las comunidades donde operamos. Esto se alinea con nuestro propósito de mejorar la calidad de vida de las personas en Latinoamérica, y con nuestra pasión por acercar tratamientos innovadores que lo hagan posible”, afirmó Federico Langguth, gerente corporativo de Ingeniería Industrial de Adium.
El caso uruguayo demuestra que producción y sostenibilidad coexisten sin frenar la innovación ni la rentabilidad, consolidando al país como un ejemplo regional de cómo una gran farmacéutica puede liderar la transición hacia un modelo industrial más limpio, inclusivo y responsable.