Esta obra pone el foco en el futuro y cuál es la alternativa que tiene que tomar Uruguay para no seguir alejándose del mundo más dinámico y próspero. Es importante detectar los problemas, pero lo más importante es resolverlos. Hoy rara vez se habla del futuro, lo nubla la inmediatez. Vivimos una tiranía del corto plazo, sin tener bien claro el rumbo hacia donde se va. Uruguay tiene problemas económicos desde mediados del siglo XX. Hay diagnósticos que ponen de relieve que tenemos un rezago comparado con países que eran nuestros referentes. Nuestro PIB per cápita se va separando de esos países, y aún peor, de otros que hasta hace pocas décadas podíamos compararnos, como Nueva Zelanda. Esto es algo evidente e inocultable. El Dr. Ricardo Pascale nos deja clara una gran elección. O seguimos en una vieja economía que produce básicamente commodities o productos industriales de baja o media tecnología, donde la volatilidad de los precios de su producción, fijados por otros, somete a nuestra economía a fluctuaciones cíclicas no deseadas, que se reflejan negativamente en el bienestar de la población. Esto es, nos damos por vencidos y seguimos un camino que profundice el fracaso. O, Uruguay toma una alternativa más promisoria. En ésta, la economía debería pasar de la forma más perentoria, a una economía que se base en mayor proporción en la incorporación de conocimiento, ciencia, tecnología e innovación destinada a la producción de sus bienes y servicios, de un valor único y mayor valor agregado. Una oportunidad de transformar nuestro país, en etapas, pero con un rumbo claro y un futuro esperanzador para el bienestar de la sociedad.
¿Cuál es la alternativa que tiene que tomar Uruguay para no seguir alejándose del mundo más dinámico y próspero?