El dulce de leche es un clásico de nuestra gastronomía. Como postre, en tortas, en meriendas y en desayunos; el dulce de leche forma parte de nuestra cotidianeidad y de los momentos únicos de nuestras vidas. Si bien existen distintas versiones sobre su origen (que nos disputamos históricamente con Argentina), sí se sabe que este dulce surge en Uruguay en la época colonial. De hecho, hay historiadores que aseguran que fue un invento de los esclavos, que buscaban una forma de consumir leche y azúcar.
Mucha agua ha pasado debajo del puente desde entonces, pero hay ciertos gustos que no cambian. Actualmente, nuestro país tiene un consumo per cápita de 3,2kg de dulce de leche anual, mientras que nuestros hermanos argentinos alcanzan los 3kg.
Hoy, Conaprole es el mayor productor de dulce de leche de Uruguay. Un porcentaje cercano al 20% se exporta para mercados como Brasil , México, Estados Unidos, y otros.
Alrededor del mundo existen distintas versiones de dulce de leche. De hecho, en ciertas zonas de países como Colombia, Venezuela y Guatemala, este dulce lleva el nombre de arequipe. En Chile se lo conoce como manjar y en Perú y en Cali (Colombia) lo denominan manjar blanco. En medio de todo esto, los uruguayos defendemos nuestro dulce de leche como el más rico del mundo.
Más allá de estas diferencias, la realidad indica que son muchos los países que eligen el dulce de leche Conaprole, por su sabor y sus características, que lo hacen único. Las más destacadas son la textura y el color, según las proporciones de los ingredientes y el tiempo de cocción. Independientemente de sus distintas versiones -que Conaprole tiene bien representadas- el dulce de leche es un producto estrella.
Hoy, Conaprole tiene tentaciones de dulce de leche para todos los gustos: Dulce de leche Clásico, Dulce de leche Manjar, Dulce de leche Repostero, Dulce de leche Heladero, Dulce de leche Dietético y Dulce crema de leche. Además, es el insumo para los más ricos helados, postres congelados Deleite y muchas recetas que se comparten en familia y nos identifican en la mesa de todos los uruguayos.