Este acuerdo representa un primer paso para cumplir con el hito de cerrar la brecha de acceso a la energía en Centroamérica y de esta forma alcanzar un 100% de cobertura energética para toda la población centroamericana.
El compromiso creará un marco de colaboración para coordinar los esfuerzos regionales de acceso a energía moderna y sostenible. Esto impulsará el desarrollo rural a través del uso productivo de la energía en sus actividades económicas.
La principal estrategia para el acuerdo es el establecimiento de territorios eco-innovadores en Centroamérica, territorios que -a través de soluciones de energía renovable distribuida- promuevan un desarrollo inteligente y sostenible, por ejemplo aprovechando tecnologías mejoradas en los sistemas agroindustriales y otras áreas de producción.
Esto ayudará a preservar y mejorar el capital natural, promover el espíritu emprendedor y el liderazgo de las mujeres en el ámbito económico.
Datos del BID indican que América Latina y el Caribe tienen las condiciones para lograr acceso universal al año 2030, y Centroamérica reúne las mejores condiciones dentro de la región para lograrlo. Centroamérica tiene la oportunidad de convertirse en la primera región del mundo en desarrollo en lograr 100% acceso a energía para sus habitantes.