Anna Gual, 2 poemas 2
Cojo una pala y un rastrillo
y empiezo a cavar hacia abajo,
rompiendo primero las baldosas,
desmenuzando después el cemento
y la tierra que lo sostiene y todas
las piedras que encuentro las guardo
en los bolsillos por si
de repente vivo un desprendimiento
y hace falta hacer un muro y esperar
que la cosa se calme. No quiero pensar
a dónde llegaré ni cuánto tardaré
ni si al final encontraré
a alguien cavando en sentido contrario. Quién sabe si chocaré,
sin tener tiempo para prevenir la colisión,
contra la cabeza de alguien
llena de barro y escombros. La verdad, pánico de chocar
contra mí,
de ser yo la pregunta y la respuesta.
El blog de Emma Gunst.