El primer bebé nacido en Casmu en 2025, Manuel, se convirtió en el pionero de esta iniciativa. Su llegada al mundo marcó el inicio de este bosque, reforzando el compromiso de la institución con la sostenibilidad y la vida. Cada árbol plantado será un puente entre la esperanza de una nueva vida y el compromiso de cuidar nuestro planeta.
El proyecto, en colaboración con Ambá —una organización sin fines de lucro que tiene el propósito de restaurar el vínculo emocional del ser humano con la naturaleza y regenerar los ecosistemas— busca acelerar la regeneración del monte nativo en el Mirador del Urubú, una antigua forestal en proceso de recuperación. Este espacio, que recibe más de 2.000 visitantes por año, se convertirá en un ecosistema más diverso y rico gracias a la plantación de árboles nativos.
La iniciativa contempla la plantación de un árbol nativo por cada bebé nacido en Casmu, y contribuye a la creación de un bosque autóctono que será un legado para las futuras generaciones. Este proyecto posiciona a Casmu como líder en la integración de la salud y el cuidado ambiental, destacando su compromiso con la sostenibilidad.
Además, cada bebé nacido en 2025 recibirá un certificado personalizado con su nombre y el número de árbol asignado, reforzando el vínculo entre las familias y el proyecto. Para perpetuar esta conexión, en el monte se instalará un cartel conmemorativo que incluirá los nombres y números de los árboles, y así vincular a las familias con este espacio natural.
La plantación en el Mirador del Urubú, área en recuperación ecológica gestionada por Ambá, fortalecerá la biodiversidad y el banco de semillas natural, promoviendo un entorno más saludable para las generaciones futuras.
“Monte de la vida” no solo celebra la llegada de un nuevo miembro a la familia Casmu, sino que también invita a reflexionar sobre el compromiso con un futuro sostenible. Este bosque será un recordatorio vivo de que cuidar la naturaleza es cuidar nuestra propia existencia.