Acoso, incitación al odio, propaganda terrorista, cuentas falsas que manipulan la conversación entre internautas … Rastrear y bloquear los contenidos abusivos y peligrosos que buscan su canal de circulación en Facebook es la declarada prioridad de la red social con más usuarios del mundo, cuya imagen se ha visto lastrada por “errores” y “malas experiencias” como la emisión en directo de una masacre antimusulmana en Nueva Zelanda.
De los 1.700 millones de cuentas eliminadas por Facebook en el tercer trimestre del año, el 90% fueron interceptadas antes de que fueran activas, han explicado en Londres un grupo de expertos en producto e ingeniería que desarrollan las herramientas tecnológicas de la compañía. Ese dato ha sido posible gracias a los avances en el software a la hora de identificar contenidos que no cumplan los estándares fijados por la plataforma.