En una nueva edición de Qué está pasando, InfoNegocios conversó con el ingeniero civil, quien recorrió su trayectoria en la empresa –a la que ingresó por un aviso en el Gallito Luis hace más de tres décadas– y habló sobre los proyectos que marcaron su carrera, la evolución del sector, los avances tecnológicos en la construcción y su visión sobre los desafíos que Uruguay debe asumir si quiere posicionarse como referente regional en infraestructura.
En la actualidad, el Grupo Saceem -empresa constructora que el próximo año cumple 75 años en el país-, compró en 2013 la empresa Grinor, que se convirtió en la división vial del grupo. Actualmente, opera en Uruguay, Paraguay y Perú, con una cartera muy equilibrada entre obra pública y privada.
¿Cómo inició tu carrera profesional y cómo llegaste al rubro.
Para empezar, tengo 59 años. Soy ingeniero civil, estudié en la Universidad de la República, y anteriormente fui al Liceo Francés. Me casé apenas me recibí y entré a Saceem por un aviso en el diario. Hace 32 años. Fue a través del famoso Gallito Luis, que era lo que se usaba en ese momento. Todavía tengo ese recorte guardado por ahí.
Entré por ese aviso como ingeniero recién recibido, joven. Hice carrera en todos los niveles de obra: fui ingeniero de obra, viví mucho en el interior del país haciendo obras de todo tipo: puentes, cañerías de agua, trabajos para UTE, líneas de distribución de energía eléctrica; un poco de todo.
En ese sentido, fui desarrollando mi carrera y también trabajé en el exterior. Estuve en Brasil, en una época en que Saceem era 100% francesa. Me tocó ir a trabajar allá, a principios de los años 2000. En 2008 compramos la empresa junto a dos socios brasileños y me transformé en director comercial. Luego fui vicepresidente y hoy soy el director general, el CEO de la compañía. Estoy hace ya varios años en la conducción de la empresa, junto con mis socios brasileños. Yo soy el socio uruguayo.
¿Cómo logras combinar tu rol en Saceem, la presidencia de la Cámara de la Construcción, a la que fuiste reelegido, y tu vida familiar?
Es cierto, uno trabaja, pero también tiene una vida. Además, siempre me gustó hacer muchas cosas. Estoy muy ligado al deporte, especialmente al fútbol. Jugué mucho tiempo en la Liga Universitaria y ahora, ya veterano, sigo jugando fútbol 11 en la Liga Barriola. Juego todos los sábados, no me pierdo un partido. Soy fanático de este deporte, tanto de practicarlo como de ir a mirarlo.
También fui dirigente en el Club Atlético Peñarol y presidente de la Sociedad Francesa de Enseñanza -que administra el Liceo Francés- durante varios años. Actualmente, estoy transitando otro período de dos años como presidente de la Cámara de la Construcción.
En lo familiar, estoy casado y tengo dos hijos grandes. Mi hijo es ingeniero, vive y trabaja en Holanda. Mi hija, que también está por recibirse de ingeniera, vive acá y ya está trabajando. Además, me gusta mucho la actividad agropecuaria: tenemos un emprendimiento ganadero familiar hace más de 20 años.
¿Cómo hacés para organizar tu día a día con todo esto que hacés y que te gusta hacer?
Me acostumbré. Creo que es una condición personal, de inquietud y de querer hacer cosas. Si uno se organiza, maneja bien los tiempos, las agendas, las prioridades, se puede. Es verdad que a veces la familia sufre un poco, sobre todo cuando mis hijos eran chicos y yo viajaba mucho. Pero al final es un tema de organización del tiempo. Ahora, que estoy por cumplir 60 años, también empecé a priorizar de otra manera y a delegar más. Tengo un buen equipo en la empresa y también en la Cámara. Creo que el arte está en delegar, en crear buenos equipos y confiar en ellos.
Hablando de obras, ¿hay alguna que te haya marcado especialmente, desde lo profesional o lo emocional?
Sí, muchas. Desde las obras que me tocó dirigir directamente, hasta otras en las que participé ya como gerente o director. Pero sin duda una que me marcó mucho fue el Estadio Campeón del Siglo. Fue una obra con una carga importante de pasión también. Después hay muchas otras obras que han sido desafiantes y muy lindas. Por suerte, tengo muchas historias relacionadas con las obras.
¿Y qué mirada personal traés a la conducción de una empresa como Saceem?
Miro a Saceem como una empresa muy profesional, con un equipo muy serio, muy comprometido. Hay una cultura muy arraigada de cumplir los contratos, de trabajar con calidad, de ser honestos con los clientes. De dar pelea cuando hay que darla, pero siempre desde el cumplimiento y la seriedad. Eso lo aprendí desde que entré y me enorgullece que sea parte de nuestra cultura. Además, Saceem es una empresa que toma riesgos. Está acostumbrada a involucrarse en proyectos grandes, como el Ferrocarril Central, por ejemplo, una obra que tal vez haya sido la de ingeniería y construcción más grande en la historia del país. Involucró muchísimos recursos y grandes empresas, y el desafío fue justamente cómo llevarla adelante, cómo organizar todo ese proceso.
Y si hoy tuvieras que decirme, ¿cuál es el mayor desafío a nivel de complejidad para construir en Uruguay?
Creo que hoy en día una solución tipo tren o tranvía metropolitano es un gran desafío. Sería una forma de cambiar la movilidad de Montevideo y su zona metropolitana. Me parece un desafío interesante para el país. Otro podría ser analizar la posibilidad de un puente Colonia-Buenos Aires. También sería un proyecto de gran magnitud. O incluso evaluar la construcción de un puerto de aguas profundas en otra ubicación. Esos son, en mi opinión, algunos de los grandes desafíos que tiene Uruguay.
¿Y qué tendencias están marcando hoy el rubro de la construcción?
Depende del sector dentro de la construcción. No te olvides que abarca muchos rubros: desde vivienda hasta infraestructura como puentes, carreteras, represas. En cada uno hay distintas tendencias. En vivienda, por ejemplo, hay muchas tendencias a nivel mundial: obras prefabricadas, uso de madera y otros materiales, incorporación de tecnologías como la inteligencia artificial en el diseño. Esta herramienta se está utilizando cada vez más. La tendencia es aplicar nuevas tecnologías, especialmente en el manejo de información y en el diseño y planificación de obras.
En cuanto a la ejecución, también hay avances constantes: nuevas herramientas, máquinas, robotización. La construcción no está ajena a lo que ocurre en otros sectores de la economía.
Hablando de eso, en otros países ya se está trabajando con impresoras 3D para construir casas. ¿Creés que Uruguay podría adoptar esa tecnología?
Sí, hemos visto esos avances. Esas grandes impresoras 3D que antes se usaban para modelización en la industria o en medicina, ahora están desarrollando estructuras más complejas, incluso viviendas.
¿Creés que puede llegar a implementarse como solución en Uruguay?
El mundo está cada vez más globalizado en cuanto a soluciones de ingeniería. Todo lo que empieza a funcionar en otros países eventualmente llega. Capaz que no lo veo en el corto plazo, pero si esa tecnología madura, no creo que sea un problema adoptarla acá. Habría que ver qué tipo de materiales se utilizan y si se adaptan a nuestras condiciones y normativas.
En cuanto a la obra pública y privada, ¿cuál mueve más el termómetro hoy en la empresa?
Nosotros tenemos una cartera muy equilibrada entre obra pública y privada, aproximadamente mitad y mitad. Tenemos clientes privados de muchos años: trabajamos en arquitectura, shoppings, edificios, oficinas, energía. Por ejemplo, estamos construyendo parques industriales y data centers para Google. Lo privado pesa mucho en SACEEM. Y en el rubro de la construcción en general, la inversión privada es fundamental, incluso puede llegar a superar a la pública. Pero ambas son necesarias para sostener la industria.
¿Cuántos proyectos tiene hoy SACEEM en ejecución?
Tenemos más de 70 proyectos entre los tres países. En Uruguay, sumando SACEEM y Grinor, debemos tener unos 15.
Me comentabas que los colegios ya están finalizados, ¿no?
Sí, y estamos construyendo otros. También obras viales en Perú, viaductos, refuerzos costeros en el norte del país para evitar deslaves por lluvias intensas. En Paraguay estamos trabajando en saneamiento y también en la construcción de una planta industrial para jugo de naranja, en el sector privado. Hay una gran variedad de proyectos.
A nivel país, ¿cómo evalúas el desarrollo de infraestructura actual?
La infraestructura no es solo carreteras, puertos y ferrocarriles. También incluye energía eléctrica, telecomunicaciones, saneamiento y agua potable. Creo que Uruguay ha invertido bastante en carreteras del interior. Siempre hay más por hacer. También se reactivó el sistema ferroviario, que estuvo parado durante décadas. Ahora hay oportunidades para extenderlo hacia Rivera, Salto y generar una red ferroviaria más amplia.
En carreteras, hay que completar corredores estratégicos para el transporte de granos en camiones grandes como bitrenes. Para eso se deben reforzar puentes y construir bypasses en localidades clave. En los puertos también hay cosas por mejorar. Uruguay ha venido invirtiendo bien, pero siempre hay que seguir haciéndolo. La infraestructura es la base de la productividad del país.
La logística, la energía, las comunicaciones, los data centers... todo eso es infraestructura. Y también está la infraestructura social, como el saneamiento o el acceso al agua potable, algo fundamental que vimos en riesgo hace poco.
En este escenario, ¿cómo impactan los costos internacionales y la inflación en los proyectos?
La suba de aranceles todavía no impactó directamente en la construcción en Uruguay, pero puede afectar a futuro según cómo se comporten las importaciones. En cuanto a la inflación, está dentro de los márgenes razonables en los últimos tiempos. El anuncio del nuevo gobierno de reducirla a 4,5% es una buena noticia porque brinda previsibilidad a los costos.
¿Qué lugar debería ocupar Uruguay en la región en términos de desarrollo económico y social?
Creo que Uruguay tiene todas las condiciones para ser líder en desarrollo económico y social. No solo por las características de nuestra población, sino también por la seriedad con la que se manejan las cosas en este país. Tal vez nos falta dar un pequeño salto más para terminar de despegar. Ya somos un referente, pero podríamos llegar a ser el referente en la región.
Tu opinión enriquece este artículo:
Sergio Peteco :
Comparto vision general del Ing.Ruibal! Ojala se logren en este nuevo periodo Gobierno concretar obras como el Saneamiento en las localidades Dpto Canelones que faltan, el Puerto Aguas Profundas en Rocha..el Tren litoral Paysandu, Salto,Artigar..y Tacuarembo, Rivera, C.Largo.La nueva Planta de Ose(la que sea mejor para Pais y la Gente) etc!Hay mucho para hacer y por hacer en materia Infraestructura! Y para ello estan los Fideicomusos y las Asociaciones Publico/Privadas!