Invirtieron alrededor de 90.000 dólares en mobiliario, equipamiento, capacitación y tecnología y, en un espacio junto al World Trade Center de Montevideo, montaron una escuela de pastelería que permite, a quienes participan de los talleres y workshops, transformar una pasión en arte y ese arte en negocio.
En el vibrante panorama gastronómico de Uruguay, Marcela Sum y Beatriz Ipar se consolidan con Pink Brownie como referentes en educación culinaria, ofreciendo experiencias que no solo brindan conocimiento, sino también una transformación de vidas.
Uno de sus cursos más populares en Pink Brownie, que acompaña una tendencia que viene dándose en el sector –lo mismo que uso del pistacho y la canela–, es la elaboración de New York Cookies, bien crocantes por fuera y bien húmedas por dentro.
Este curso siempre llena sus cupos gracias a la propuesta innovadora que Sum e Ipar incluyen en el trabajo, con coberturas y toppings irresistibles. Además, se destacan los workshops de macarons, donde Sum e Ipar garantizan que incluso quienes nunca los han probado logran resultados perfectos, con la confianza y técnica necesarias.
Pero Pink Brownie va mucho más allá. Por un lado está la pastelería sin azúcar, que se ha convertido en un verdadero éxito del proyecto, dado que atiende a personas con restricciones alimenticias o a quienes están buscando opciones más saludables sin sacrificar por eso el sabor. Por otro lado también crece rápidamente la demanda de pastelería sin gluten, para la que Sum e Ipar trabajan con procesos muy rigurosos, con un horno exclusivo y siguiendo protocolos estrictos. En estos cursos, vale decir, suman la participación de Ornella Rocca, autora de "Un mundo dulce sin gluten".
Con más de 600 alumnos inscriptos y diez workshops mensuales, en los que participan entre 8 y 12 estudiantes, Sum e Ipar están elevando el estándar de la enseñanza culinaria, con un enfoque que no es solo sobre recetas, sino sobre crear experiencias que permanecen en la memoria y generan pasión por la cocina.
En suma, en Pink Brownie estas emprendedoras no solo gestionan un centro de formación, sino que están redefiniendo la gastronomía en Uruguay, haciendo de cada clase una experiencia transformadora y de impacto duradero.
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