Los actuales sistemas de IA poseen la capacidad de analizar, redactar e interpretar grandes volúmenes de información, pudiendo hacer predicciones o recomendaciones más rápido y con mayor precisión.
La IA se basa en algoritmos y modelos de aprendizaje que se “nutren” de datos para otorgar respuestas en base a lo que se le solicita. Esto puede generar que produzca respuestas incorrectas debido a sesgos en el material proporcionado. Si se entrena a los sistemas de IA con información equivocada, las recomendaciones legales que produzca arrastrarán el error. Por ello, la IA que se utilice deberá ser entrenada con información veraz y acorde al sistema jurídico concreto.
Por otro lado, la IA requiere grandes cantidades de datos para entrenar a sus algoritmos y mejorar sus respuestas y, en ocasiones, tendrá acceso a datos sensibles. Entender que la confidencialidad de la información del cliente sigue siendo responsabilidad del usuario, es vital.
PwC formalizó alianzas estratégicas con proveedores de tecnología de última generación, quedando a la vanguardia de la IA en el ámbito legal. La plataforma - que cuenta con altos niveles de seguridad - utiliza procesamiento de lenguaje natural, aprendizaje automático y análisis de datos para automatizar y mejorar varios aspectos del trabajo legal. Todos los resultados serán supervisados y complementados por los abogados de la firma, reduciendo los riesgos y asegurando celeridad y certeza en la forma en que damos soluciones al cliente.
Federico Pereira, gerente de Asesoramiento Tributario, Legal y Contable de PwC Uruguay.
Joaquín Zas, asistente de Asesoramiento Tributario, Legal y Contable de PwC Uruguay.
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