Marcelo Silva, fundador de la empresa, inició su primer negocio de pizzas en 1996, en un pequeño local ubicado en las calles Martí y Benito Blanco, ofreciendo exclusivamente servicio de take away.
Hoy, El Horno de Juan cuenta con siete locales distribuidos en Montevideo, Maldonado y Canelones. “Es una empresa familiar, y creo que ese es el secreto de nuestro crecimiento. Mi esposa y yo comenzamos juntos, y ahora nuestros hijos también forman parte del equipo. Ellos amasan y están involucrados en el día a día, lo que garantiza que mantengamos el nivel de calidad que buscamos”, aseguró Silva.
En sintonía, mencionó que han experimentado un crecimiento constante, alcanzando un 15% interanual en los últimos años. “Además, en 2024 abrimos dos locales nuevos, y la recepción ha sido muy buena”, señaló.
Asimismo, adelantó que están en pleno proceso de internacionalización, una decisión que vienen planificando desde hace un año. “Actualmente, estamos evaluando los destinos más adecuados para nuestra expansión, teniendo en cuenta factores como la situación económica y las oportunidades en distintos mercados. Aunque aún no hemos definido el lugar exacto, contamos con el interés de varios inversores, lo que nos impulsa a seguir trabajando para minimizar riesgos y asegurar un aterrizaje exitoso”, indicó.
Consultado sobre cómo surgió la idea de llevar la marca a otros países, mencionó que viajaron con demostraciones a distintos destinos, participando en ferias internacionales, donde su producto tuvo una buena aceptación en otros mercados. “Este respaldo nos dio la confianza para buscar nuevas posibilidades y adaptar nuestra propuesta a los gustos locales”, afirmó.
“Este año será clave para concretar la expansión y definir nuestro primer destino en este nuevo capítulo de El Horno de Juan”, concluyó.
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