Sobre la responsabilidad en el consumo de azúcar y sal

Muchas veces reclamamos a las marcas de cigarrillos y bebidas alcohólicas “responsabilidad” a la hora de la comunicación, cosa que la mayoría ha entendido y aplica en sus estrategias comerciales para llegar a sus consumidores adultos. Pero el otro día, leíamos sobre el pavoroso incremento de diabetes e hipertensión en niños, y lo peor de todo es que las principales causas son el consumo descontrolado de azúcares y sodio. Y en este caso, más allá de la comodidad de los padres o la penetración de la publicidad, el consumidor está totalmente desvalido y no puede hacerse responsable por su consumo. ¿No será tiempo de reclamar a las marcas de alimentos y a quienes las compran por ellos un poco más de responsabilidad a la hora de controlar qué les dan de comer a sus hijos? En muchos casos se les va la mano de azúcar y de sal lo que a la larga (y no tan larga) termina “formando” personas que no sólo verán comprometida su salud sino que resultan muy costosas a todo el sistema sanitario del país.

Solo para el club de los millonarios que van a José Ignacio (el Turismo Premium de UY que arma Intro Concierge)

(Por Antonella Echenique) José Ignacio se convirtió en uno de los destinos más exclusivos de América Latina, un lugar que atrae cada verano a empresarios, celebridades y viajeros de alto poder adquisitivo. El turismo de esa zona se mide en calidad y las experiencias se diseñan con un nivel de detalle que responde a un nuevo concepto de lujo, que no se ostenta pero que garantiza confort, privacidad y vivencias.