La vendimia de 2020 será histórica no solo por la cantidad de su producción sino también por la calidad de las uvas. De hecho, el 2020 será recordado siempre por los vitivinicultores por su cosecha memorable, excepcional. Así, en este marco, Gastón Vitale se animó a dar un paso con el que venía soñando hacía tiempo: hacer un proyecto personal, un proyecto con su familia, un proyecto diferente a todo lo que hasta ahora venía haciendo como enólogo.
“Así nace Finca Las Violetas -dijo el enólogo a InfoNegocios-, con la idea de hacer vinos totalmente distintos a los que actualmente se hacen en la bodega que trabajo, como Giménez Méndez, como también los que se elaboran en las bodegas que asesoro, como Sierra Oriental, Bresesti y Piccolo Banfi. La idea es que no pudieran ser comparados, sino apreciados por ser distintos, por eso me enfoqué en vinos de corte”.
Según Vitale, para elaborar sus vinos salió a recorrer distintos terroirs de los departamentos de Colonia, Canelones y Maldonado, donde sabía que había viticultores con muy buenas uvas de varietales bien disímiles, como Tannat, Petit Verdot, Merlot, Cabernet Franc, Marselán, Syrah, Sangiovese, Pinot Noir, Chardonnay, Sauvignon Gris y Albariño.
De todos estos varietales Vitale hizo sus cuatro blends que, desde este mes, se comercializan en el entorno de los $ 580 en vinerías y locales específicos. Se trata de dos blends de uvas tintas, uno de Cabernet Franc, Syrah y Marselán -con una crianza de 14 meses entre barrica francesa, barrica americana y ánforas de cemento-, y el otro de Tannat, Petit Verdot y Merlot, con el mismo tipo de crianza, pero en este caso de 16 meses.
“Todas las uvas tintas son de la cosecha 2020 -dijo Vitale-, cuando compré unos 5.000 kilos para iniciar este proyecto que hoy se llama Finca Las Violetas y que tiene en la calle unas 2.000 botellas de cada blend”.
En cuanto a los cortes de uvas blancas y rosadas, el enólogo dijo a InfoNegocios que en ambos casos son de la cosecha 2021, siendo en este caso unos 4.000 kilos de uvas que compró para hacer un blend blanco de Chardonnay, Sauvignon Gris y Albariño y el otro rosado de Syrah, Sangiovese y Pinot Noir.
“En este caso la producción fue de unas 1.400 botellas cada uno, ya que hay que tomar en cuenta que las uvas blancas producen menos vino, en el entorno de un 55% por kilo de uva, mientras que las tintas dan casi un 70% de vino por kilo”, puntualizó el enólogo, añadiendo que se siente “muy feliz con los vinos producidos, más cuando uno no tiene ni bodega ni viñedo”, pudiéndose agregar a estas palabras algo que Vitale no dijo pero que al hablar con él se percibe: no habrá bodega ni viñedo, pero sí pasión y respeto por el arte de hacer vino.
Para cerrar, Vitale dijo que el nombre del proyecto tiene que ver mucho con la identidad de la familia, ya que es su hogar -ubicado en Las Violetas- el que aparece ilustrando cada una de ellas.
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