El hombre y el mundo cambian permanentemente, en todos los ámbitos, por lo que no debe sorprendernos para nada que hoy, el “vendedor del mes” de un local no sea una persona sino un algoritmo. Sí, el futuro llegó hace rato, pero todo eso que hoy es presente fue, en algún momento, una ilusión hacia adelante que generaba más incertidumbres que certezas.
“Cuando llegaron a Uruguay las grandes superficies todos pensaron que estos mercados iban a llevarse puestos a los almacenes. Lo mismo sucedió cuando se instalaron los shoppings, que al parecer acabarían con los negocios de calles y avenidas o, más cerca en el tiempo, efecto de la pandemia, del e-commerce se dijo que acabaría con la venta directa. Nada de esto ha sucedido tan así”, dijo Damián Di Pace a InfoNegocios.
El periodista argentino, especialista en temas de marketing, negocios y economía, publicó recientemente el libro “El futuro del comercio que se viene”, en el que hace un especial énfasis en la supervivencia de los pequeños y medianos “comercios de cercanía”… los boliches de barrio digamos.
“El comercio minorista tiene muchas virtudes porque atrae al comprador de necesidad, no al voraz que busca descuentos y promociones con tarjetas de crédito, sino al que cuenta con menos tiempo y busca un lugar cercano”, dijo Di Pace.
Ahora bien, según el economista, el comercio minorista de cercanía necesita tener un mayor desarrollo tecnológico, porque las nuevas generaciones de consumidores así lo demandan.
“Hay dispositivos tecnológicos que hoy el comerciante minorista no puede no tener -dijo Di Pace-, como por ejemplo vidrieras virtuales, pago con huella digital, asistentes virtuales. Eso no es el futuro, ya es el presente”.
Consultado acerca de qué tipo de industrias o comercios minoristas tendrían oportunidad de desarrollarse así, Di Pace dijo que hay muchos nichos, “como por ejemplo todo lo que tiene que ver con alimentación saludable o bien todo lo que tiene que ver con indumentaria deportiva, que puede comprarse de modo online, pero cuya experiencia se vive socialmente en espacios físicos con otros… ese es el modelo”.
“Incluso -agregó el argentino- los shoppings pueden desarrollar otro tipo de comercio, no ya relacionado a bienes, sino a servicios, porque deberían cada vez más estar orientados a ser espacios lúdicos y de esparcimiento”.
Para Di Pace el metaverso, el live streaming y las criptomonedas son temas más que relevantes para el futuro del comercio. “Las redes sociales son las que diversifican el mercado y los grandes jugadores no son las grandes superficies, sino plataformas como e-Bay o Mercado Libre”, sostiene el especialista.
En lo que se refiere a criptomonedas, Di Pace señala que todavía se está en una fase muy temprana, similar a los que fue la web 1.0 y el boom de las .com y que las criptomonedas van a desarrollar su potencial cuando los programadores 3.0 alcancen a monetizar su propia tecnología.
En suma, lo que definirá el comercio futuro -dice Di Pace- será la colaboración, la coinnovación y la coinversión. Sin duda las plataformas, las metodologías de desarrollo cooperativo y las modalidades de innovación digital comienzan a ser parte de esta nueva realidad. Reconocer esto es abrirse paso al futuro.
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