El turismo, lo hemos dicho en más de una ocasión en InfoNegocios, sufrió en este 2020 un revés sin precedentes, generando que muchas empresas del sector hayan tenido que barajar y dar de nuevo para salir a jugar un partido con resultado incierto. El denominador común, sobre todo en las agencias de viajes dedicadas fundamentalmente al turismo emisivo, ha sido la reinvención. Un ejemplo de esto es Red Travel, que propone todos los meses salir a conocer una nueva bodega del país, degustar sus vinos, almorzar y por la tarde volver en el Winebus.
“La idea de Winebus es acercar a los uruguayos al enoturismo, que conozcan las bodegas uruguayas y puedan disfrutar de sus vinos”, dijo Damián Zlatkin, quien junto a Gabriel Jakubowicz y Eduardo Erusalimsky llevan adelante este proyecto que, de algún modo, ya tenía un antecedente con el proyecto Winetours by Redtravel.
“Nuestra experiencia en la agencia fue siempre de turismo emisivo, pero hace unos cinco años atrás dimos el paso al turismo receptivo y nos enfocamos en especializarnos en el enoturismo, de cara siempre al turista europeo, estadounidense o bien de la región, especialmente el brasileño”, dijo Zlatkin, agregando esa expertise reconvirtieron la idea para adaptarla al público local.
“Uno de los potenciales que tiene el enoturismo es que si bien puede haber una temporada alta en tiempo de vendimia -sostuvo Zlatkin a InfoNegocios-, lo cierto es que se trata de un turismo desestacionalizado, siempre en contacto con la naturaleza y la producción, disfrutable tanto para un grupo de amigos, parejas o familias y, algo fundamental para la propuesta, es que las bodegas están cerca”.
Con Winebus, concretamente, por $ 1.980 el turista tiene el traslado ida y vuelta desde Montevideo a la bodega, una degustación de tres vinos maridados con la comida y el almuerzo libre en cuatro pasos.
“Son experiencias en las que siempre nos acompaña el enólogo o algún integrante de la familia dueña de la bodega y que duran, incluyendo los traslados, unas seis horas, aunque a veces puede ser más porque las personas quedan fascinadas y no quieren irse”, remarcó Zlatkin.
La propuesta de Winebus es conocer una bodega por mes, y ya comenzaron por Castillo Viejo, Varela Zarranz y Artesana, “donde tuvimos una muy buena participación, con 100 personas en cada bodega entre los dos fines de semana que vamos a cada una”, dijo Zlatkin, agregando que el próximo Winebus sale el 13 y 20 de diciembre a la Bodega Familia Moizo, “donde ya tenemos un 50% de la reserva”, y en enero van a Bodega Beretta.
Zlatkin dijo que Winebus es posible gracias a que las bodegas también han entendido que, para mantenerse activos y seguir generando fuentes de trabajo e ingresos, es necesario adaptarse a la nueva normalidad, disminuyendo costos y no pensando en grandes ganancias.
“Hay que tener en claro que con Winebus no vamos a dar el gran salto, pero estamos haciendo girar el engranaje de distintas áreas que se han visto muy afectadas. De hecho, para que te hagas una idea, el margen que nosotros podemos estar haciendo con esta iniciativa es de un 10%. Pero insisto, no pasa por ganar, sino por prepararnos para más adelante, para nuevos desafíos y nuevas reinvenciones”, finalizó Zlatkin.
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