“Notamos que había gente con el interés de tener huertas pero que no sabía por dónde empezar. Nosotros les damos el puntapié inicial. Vamos a las casas, estudiamos el lugar y los asesoramos acerca de qué tipo de huerta le conviene a cada familia. Siempre le recomendamos al cliente que comience con una chica porque, por más que pasa poco, siempre existe la posibilidad de que se desmotive con la actividad; después siempre tiene la chance de expandirse”, explicó Horacio García, director de Huerta en Casa, a InfoNegocios.
Además de la instalación, la empresa ofrece un servicio de mantenimiento para que quienes prefieran puedan tener su huerta monitoreada con una visita mensual. A su vez, Huerta en Casa hace resiembras de las huertas cada tres meses para que los vegetales crezcan de la mejor forma posible.
Arman huertas en jardines, pisos, terrazas y azoteas de apartamentos, huertas colgantes, en cajones. El espacio no es un limitante para que el cliente pueda cultivar su propia comida, aunque el precio varía según el tipo de huerta. Una estándar puede costar $ 9.000 pesos e incluye un seguimiento a los 20 días de su instalación. La huerta viene con un manual que le enseña a su dueño cómo gestionarla.
“Casi toda la gente quiere tener tomates cherry. Nosotros estamos en la obligación de decirles que no se pueden trabajar todo el año; es un cultivo de verano que se planta en primavera. También nos piden mucha rúcula, lechuga, mostaza, kale y otras hojas aromáticas para la ensalada”, dijo García.
El 70% de las huertas que instala la empresa, para particulares, van para casas y el restante 30% se coloca en apartamentos. Cada vez es más frecuente que Huerta en Casa reciba el interés de empresas que quieren tener huertas para que sus empleados puedan trabajarlas y prepararse almuerzos con vegetales propios. Según García, “es una herramienta que las empresas escogen para fomentar el trabajo en equipo y generar un buen ambiente laboral”. Recientemente Huerta en Casa instaló huertas en Coca-Cola y brindó un taller para los empleados de la empresa.
“La parte educativa nos encanta. Instalamos huertas y damos cursos en colegios, jardines e hicimos talleres puntuales con centros CAIF. Es muy lindo ver a los niños plantar: ver cómo cuidan una planta, que sepan de dónde vienen los alimentos, que aprendan a alimentarse de forma saludable, les da sentido de pertenencia, los une, entienden los ciclos de la vida y aprenden a ser pacientes porque para que crezcan las plantas tienen que hacer un poquito cada día y esperar”, dijo Horacio García.
Por otra parte, Huerta en Casa brinda talleres para niños y adultos en un predio que tienen en Carrasco Norte. Los cursos duran dos meses. “Las huertas en las casas son fantásticas. Unen a las familias porque trabajan en equipo y les brindan un constante contacto con la naturaleza”, señaló García.
La empresa lo tiene a Horacio García, analista en marketing, asociado con Martín Fossemale, estudiante de agronomía y Pedro Young, ingeniero agrónomo. Hoy son ocho los integrantes del equipo de Huerta en Casa, en su mayoría personas jóvenes que combinan sus obligaciones estudiantiles con las actividades de la empresa y la pasión que tienen por la naturaleza.
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