Pocos pero early adopters. El SUP ya está entre nosotros y suma al menos un centenar de cultores

Mezcla surf y remo, apto para todo público lo que lo hace más comercial que competitivo. El SUP (Stand Up Paddle) es un deporte relativamente nuevo en Uruguay y se remite a unos 100 practicantes, una pequeña cifra si la comparamos con los 15 mil que dedican tiempo (amateur o profesional) al surf.
Para saber un poco más de qué se trata, contactamos a Ricardo Silva, propietario  de la empresa de tablas de surf uruguaya Ross que lleva sobre sus hombros más de 25 años construyendo tablas, quien nos dio algunos lineamientos y costos como para empezar con este deporte. Los equipos nuevos para SUP arrancan en US$ 1.000 la tabla, aunque su costo varía también en los litros de flotación, ya que por ejemplo una persona de 70 kilos precisa una tabla de 100 litros en adelante. Los pads van desde U$S 200 a U$S 300 y el remo de aluminio de un kilo sale US$ 200.

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Los remos de fibra, que se traen de Estados Unidos rondan los US$ 600. Las tablas se realizan por encargue y demoran aproximadamente 20 días, dependiendo del sistema y el peso de la persona. Pero el potencial de este “entretenimiento” está bastante acotado, ya que según Ricardo, Uruguay es un país muy chico y cualquier cosa que hagas “llega al tope antes de que puedas empezar a proyectar. A nivel mundial el SUP está muy establecido pero acá no vas a enriquecerte con eso porque estamos en un país muy quieto” asegura. En su negocio hay dos tipos de clientes el surfista que migra para este nuevo deporte y una persona de 50 años o más que tiene la plata como para adquirir este equipo así como adquiere motos de agua y kayaks. Contando todas las fábricas de tablas de surf que existen en el país, por año se construyen unas 1.000 tablas que alcanzan y sobran para nuestro mercado” concluye.

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