La fuga de talentos es una realidad en las empresas uruguayas y de todo el mundo. Se trata de la migración de colaboradores hacia otras compañías y hacia otros países. “Es un tema al que le prestamos especial atención”, reconocen en una de las empresas entrevistadas.. “Nuestra competencia es local e internacional”, explican en otra de las empresas.
Desarrollar talentos implica invertir tiempo, dinero y, especialmente, confianza. Para las empresas, cada colaborador es importante y todos juntos construyen la cultura organizacional. En ese marco, retener el talento se ha convertido en un reto cotidiano.
Para lograrlo es necesario asegurar el balance entre la vida profesional y personal, ser flexibles y tener líderes empáticos y presentes son las principales claves, pero no las únicas. Ofrecer desafíos innovadores y brindar oportunidades de capacitación son otras de las características de aquellas organizaciones en las que los colaboradores permanecen más tiempo.
Todo esto, y algunos otros aspectos, constituyen la cultura de una organización: “La cultura de la empresa es algo central y trabajamos todos los días para fomentarla en el equipo”, explican desde una de las organizaciones con muy buen nivel de retención de talento.
Hoy, crear nuevas iniciativas para los trabajadores y estar atentos a sus necesidades y demandas es fundamental. Además, medir las sensaciones y experiencias de los colaboradores se ha convertido en una práctica necesaria para crear mejores espacios de trabajo.
La visión de los millennials es uno de los factores más relevantes en este tema. Los millennials aterrizaron en el mercado laboral para cambiar esquemas. Hoy, son una de las fuerzas trabajadoras más importantes a nivel mundial y, en pocos años, serán la principal. Su tiempo de permanencia en los lugares de trabajo, sin embargo, es considerablemente menor a la de otras generaciones. Por eso, constituyen “el reto más difícil”.
“Muchos de los perfiles más jóvenes han pasado por varias empresas en períodos cortos de tiempo. Al preguntarles las razones, las más nombradas son las oportunidades de mejoras salariales y los nuevos desafíos”, explica una reclutadora de las empresas consultadas. Sin embargo, las personas con más experiencia buscan más estabilidad y proyección a largo plazo. Por lo tanto, permanecen más tiempo en sus lugares de trabajo.
Ante nuevas ofertas de trabajo, los millennials suelen mostrarse más abiertos: “Los perfiles con más seniority son más difíciles de conseguir, mientras que, los más juniors están dispuestos a escuchar ofertas”, explica una reclutadora consultada por Great Place To Work Uruguay.
Sin embargo, la edad no es el único componente a tener en cuenta. La personalidad también tiene un papel importante: “Si bien hay diferencias marcadas por la edad, la personalidad muchas veces está por encima. Si una persona tiene resuelto hacer determinada carrera profesional o técnica en una empresa o en un sector -y no tiene dudas al respecto- es probable que permanezca más tiempo en una misma organización, más allá de su edad”, agrega una de las referentes empresariales consultadas.
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