Es una empresa inquieta. Ya lo ha demostrado con sus cambios de ubicaciones: de Ámsterdam y Velsen, y el Club Malvín, pasó a estar en Pocitos, por la calle Benito Blanco, y hace poco se volvió a mudar a Rivera y Pedro Bustamante. “El último cambio fue más que nada estratégico, porque es una zona que comercialmente está creciendo muchísimo. Somos inquietos, pero nuestros clientes tienen una gran fidelidad con nosotros y nos buscan. Igualmente ya dijimos que por unos cuantos años vamos a quedarnos en donde estamos”, comentó Pacheco entre risas.
Precisamente, el hecho de estar en constante movimiento también hace que desde el año pasado Los Fontanes esté buscando iniciar un sistema propio de franquicias. “Seguimos en proceso, porque los procesos en este país son largos. No soy la única directora, pero desde mi punto de vista, si bien lo de las franquicias es bueno, hay que generar todo un sistema de control importante, porque no queremos perder la esencia de Los Fontanes por ser franquicia. Respetamos y queremos mucho a nuestra marca”, explicó.
De acuerdo a Pacheco, sería interesante que pudiera haber una confitería de la marca en todos los barrios, pero primero quieren estar seguros de que al abrir la puerta de un local, los clientes se encuentren con el mismo Los Fontanes tanto en Pocitos, como en Buceo, Malvín o Centro. “Estuvimos a punto de abrir en verano en Maldonado, pero implica una inversión económica y de recursos humanos importante. Pero seguimos teniendo interesados y estamos en proceso”, finalizó.
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