En todos los países del mundo las mujeres que trabajan a tiempo completo ganan menos que los hombres. América Latina y el Caribe no es la excepción: según datos del BID, el salario por hora de las mujeres es 18% menor que el de los hombres. Esto en gran medida se debe a un fenómeno de segregación ocupacional que lleva a las mujeres a ocuparse en oficios menos remunerados (docencia, enfermería…). También las lleva a elegir trabajos con modalidades flexibles y que imponen una penalidad por esta flexibilidad. Sin embargo, tanto en países desarrollados, como en América Latina y el Caribe, las disparidades salariales persisten incluso cuando se comparan trabajadores en la misma ocupación e industria y con la misma educación, experiencia y cantidad de hijos.
Randstad Uruguay, en su primer Encuesta Nacional de Candidatos 2023 realizada durante el mes de febrero en todo el país, entre más de 444 candidatos relevó que el 45% opina que las mujeres reciben menores salarios que los hombres por las mismas tareas, un 26% opina que reciben lo mismo y el restante 29% declaró no tener conocimiento al respecto.
En la misma encuesta y frente a la pregunta de si creían que los hombres son favorecidos por sobre las mujeres para acceder a posiciones gerenciales cuando hay dos candidatos con igual calificación, los resultados son aún más contundentes: el 53% opinó que sí, el 26% que no y el restante 21% declaró que no sabe.
A su vez, frente a la pregunta de si pudieras elegir: ¿preferirías trabajar en un equipo en el que se exprese la diversidad de género, el 58% respondió que sí, el 3% respondió que no y el restante 39% respondió que le daría lo mismo.
Si bien los datos de la encuesta pueden parecer positivos, denotan claramente la necesidad urgente de una mayor consciencia sobre el problema y sus implicancias. Más aún, cuando se consulta a los candidatos sobre si su empleador (actual o último) cuenta con políticas de equidad de género, el 53% respondió que no. A su vez, consultados sobre el género de su jefe (actual o último), el 64% respondió hombre, lo que marca claramente todo lo que falta hacer en Uruguay para construir una verdadera equidad de género en el mundo del trabajo.
Según Andrea Avila, CEO de Randstad Argentina y Uruguay, “los avances logrados durante los últimos años en materia de equidad de género en el ámbito laboral son enormes, pero no suficientes. Las brechas aún existen y nos queda muchísimo por hacer”.
En marzo de 2021 Randstad -cabe recordar que se trata de la firma líder global en servicios de RRHH-, firmó la adhesión a los WEPs: los 7 Principios para el Empoderamiento de las Mujeres que propone ONU Mujeres y el Pacto Mundial de la ONU para que las mujeres participen plenamente en todos los sectores y a todos los niveles de la actividad económica.
Estos siete principios o pasos clave, resultan fundamentales en la construcción de economías fuertes; el establecimiento de sociedades más estables y justas; alcanzar los objetivos de desarrollo, sostenibilidad y derechos humanos acordados internacionalmente; mejorar la calidad de vida de las mujeres, de los hombres, de las familias y de las comunidades; y promover las prácticas y objetivos empresariales.
Según Avila, “los siete Principios para el Empoderamiento de las Mujeres ofrecen un conjunto de reflexiones destinadas a las empresas a centrarse en los elementos clave para la promoción de la igualdad de género en el lugar de trabajo, en el mercado y en la comunidad. Los Principios o siete pasos clave, tienen como fin ayudar a las empresas a modificar sus actuales políticas y programas o a crear nuevas, y ofrecen un enfoque práctico sobre el avance de las mujeres, señalando el camino que hay que seguir para conseguir un futuro más próspero y justo para todos y todas. No cabe duda de que en este mundo cada vez más globalizado e interconectado, la clave del éxito reside en la utilización de todos los recursos sociales y económicos”.
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