La inclusión financiera es una realidad y los comercios deben adaptarse a ella, ofreciendo el pago a través de medios electrónicos que generan beneficios a los clientes. Sin embargo, desde la implementación del programa de inclusión financiera la instalación de redes POS ha crecido, pero no a la par del crecimiento de la cantidad de tarjetas de débito. Un importante número de comercios aún no cuentan con la tecnología.
Atendiendo a la necesidad de los comerciantes de la periferia montevideana y del interior, es que la empresa Resonance Uruguay junto con el FOMIN del Grupo BID, buscan que todos los comercios accedan a terminales POS.
“Estimamos que hay como unos 30.000 comercios que no tienen POS y no aceptan medios de pagos digitales. En Uruguay hay 3 millones de tarjetas de débito y desde que se aplicó la ley se ha multiplicado por 16 la cantidad de transacciones con débito”, explicó Paul Beare.
“Hoy estamos operando en 1.500 comercios, pero creciendo debido a que somos un actor que resuelve todos los temas. Es decir, alquilar el POS, facilitar el convenio con las tarjetas que se quiera aceptar y la apertura de una cuenta bancaria, que es clave para aceptar medios digitales”, agregó.
Los recientes anuncios del gobierno, nuevas formas de pago por inmuebles y vehículos de más de US$ 5.000 y las operaciones por montos elevados, son para Beare “un aditivo para implementar nuestro desarrollo en el interior ya que acompañan con importantes beneficios para pequeños y medianos comercios, principalmente del interior”.
“La inclusión sostenida de la población en el sistema hace que el comercio deba estar preparado a recibir la demanda, y no perder la oportunidad”, concluyó.
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