En 2013, cuando en Uruguay y gran parte de Latinoamérica casi nadie hablaba de BIM, el arquitecto Sebastián Sanabria decidió fundar ESE con un objetivo claro: aumentar la productividad en la industria de la construcción. Con el tiempo, la empresa se consolidó como referente regional en la aplicación de esta metodología de trabajo colaborativa que integra información y diseño en una base de datos tridimensional.
En sus primeros años, Sanabria ofreció servicios y también trabajó activamente para difundir el concepto. Fundó la CUSAI (Cámara Uruguaya de Servicios de Arquitectura e Ingeniería), fue uno de los impulsores del BIMforum Uruguay y participa en el comité de UNIT para la creación de normativa y capacitación en la materia.
Hoy, ESE tiene tres líneas de negocio: consultoría, Staff Augmentarion y Outsourcing. Sin embargo, la más importante es el staff augmentation, que representa entre el 60% y 65% de la facturación. Bajo esta modalidad, la empresa provee profesionales senior BIM —reclutados en toda Latinoamérica— a compañías de Estados Unidos, España y otros mercados, con contratos flexibles que permiten contratación o cancelación en 24 horas.
“Esa flexibilidad da seguridad al cliente y los anima a probar. Una vez que ven la calidad del trabajo, no quieren dejar ir a nuestros profesionales”, afirma Sanabria. Actualmente, el equipo fijo de ESE es de 40 personas, aunque la plantilla se expande según la escala de los proyectos: desde un especialista hasta 25 profesionales trabajando en simultáneo, como en el caso de parques de diversiones en Orlando.
Ventajas y futuro del BIM
Para Sanabria, el verdadero potencial del BIM está en la “I” de Information. La metodología permite generar modelos que integran diseño, costos, planificación y análisis energético, y que pueden ser optimizados con inteligencia artificial. “Estamos desarrollando herramientas que, a partir de parámetros como cantidad de habitaciones o tipo de materiales, generen de inmediato un modelo preciso con todos los datos necesarios para la construcción”, explica.
En mercados como Europa o Estados Unidos, la adopción de BIM se vio impulsada por exigencias en licitaciones públicas, algo que en Uruguay todavía es incipiente, aunque con ejemplos relevantes como la planta de UPM.
Los próximos pasos de ESE incluyen profundizar el uso de inteligencia artificial para diagnósticos y planes de acción, y ampliar el equipo con profesionales que compartan los valores de la empresa. Aunque evaluaron el modelo de franquicia, la idea no prosperó por cuestiones estratégicas.
“Siempre buscamos innovar para ofrecer más productividad y mejor servicio, sin que eso dependa únicamente de aumentar la cantidad de personas”, concluye Sanabria.
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