El alto costo del alquiler y la exposición continua al viento y lluvias de ese punto de la ciudad sumado a la dificultades en el estacionamiento hicieron que “la vista no compensara todo lo otro”. Así que ahora en su recién inaugurado local donde no hay viento, hay gente sentada afuera “todo el tiempo” en la amplia terraza. Este local tiene esa serie de variables mejoradas”, dijo.
Pasaron apenas dos semanas de su inauguración pero Stahl se siente optimista. “Estos primeros días el nivel de movimiento es muy interesante y va más allá de nuestras expectativas”, dijo del lugar que tiene 18 mesas adentro y 14 afuera, aunque tendría 30% más de no ser por el aforo permitido. “Este negocio de cafetería y salón necesita una afluencia de clientes pareja que permita armar un equipo de trabajo sólido y estable”, explica.
Por otro lado, el clásico local Oro del Rhin con su legendaria repostería alemana, ubicado en Colonia y Convención está llegando a niveles de actividad muy cercanos a los “normales”, según dijo. Este local tiene mucha sinergia con el SODRE y aquí muchas personas “hacen la previa” antes de entrar a un espectáculo.
El público de este local está muy vinculado a la cultura y muchas veces son de los niveles etarios más altos. Respecto a ellos, Stahl explicó que en estos últimos tiempos notó un cambio de actitud por parte de estas personas –mujeres sobre todo- que están saliendo mucho más y que “están cansadas” del confinamiento. “Hay una necesidad de decir ´basta´- quieren disfrutar con las amigas”, observó.
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