Desde 2018, cuando Nestlé en Uruguay trasladó sus oficinas, su fábrica y su centro de distribución, una movida que significó una inversión de $ 860 millones -$ 360 millones solo destinados a equipamiento de tecnologías verdes-, la compañía multinacional no ha parado de crecer en mayor eficiencia y capacidad productiva sustentable, manteniéndose líder en la fabricación de alimentos y bebidas que son marcas iconos en el mundo -como por ejemplo Kit Kat o Nescafé Dolce Gusto- y que, a nivel local, desde hace más de 40 años, tiene presencia con Vascolet, Bracafé, El Chaná y Copacabana.
Con esta modernización de la planta en Uruguay -que tiene un equipo de más de 60 trabajadores y profesionales-, la estrategia de Nestlé es triplicar la capacidad de su producción, permitiéndole expandir así su negocio a través de mayores volúmenes de exportación, entrando en juego entonces otra gran marca: Starbucks. De este modo, con la alianza acordada entre ambas firmas en 2019, se puede pensar que Uruguay se posiciona como un trampolín para que Nestlé genere un fuerte posicionamiento en el segmento de café tostado premium y Starbucks genere un incremento de su presencia en mercados fuera de Estados Unidos y Europa.
Según Lorena Heydel, gerente de fábrica de Nestlé en Uruguay, luego de la inversión que la compañía hizo en el país, sin duda una de las más importantes en la región en la última década, “llegó una inversión adicional de $ 360 millones para la línea de Starbucks”, implicando un compromiso importante de la multinacional con el país, “que generó nuevas competencias para el equipo, capacitándose en todo lo que significa procesos nuevos y más modernos, más controlados… procesos que se sostienen en un trabajo en mejores condiciones de seguridad, profesionalización y calidad de vida”.
Heydel dijo a InfoNegocios que esta línea de producción de café para Starbucks que hay en Uruguay es un espejo de una planta con características similares que solo hay en una ciudad en Europa. Es decir, en nuestro país Nestlé incorporó toda la tecnología necesaria para alcanzar los altos estándares de calidad exigidos por la marca.
“Esto permite -sostuvo Heydel- producir un blend cuyo sabor es el mismo en todos los países”, agregando que “en este momento la planta de Nestlé en Uruguay está atendiendo siete mercados para Starbucks”. De hecho, según puntualizó la gerente a InfoNegocios, “en diciembre salieron las primeras exportaciones a Argentina, Brasil, Perú más otros países en Centroamérica”.
Según Heydel, “el objetivo proyectado para esta producción de Starbucks es, en tres años, alcanzar las 2.000 toneladas anuales”. Ahora bien, según la ejecutiva de Nestlé en Uruguay, la modernización de la fábrica en nuestro país permite tener una capacidad de producción, de todas las líneas, superior a las 10.000 toneladas anuales. Así que si el negocio funciona, en Latinoamérica habrá Starbucks by Nestlé made in UY para rato.
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