El espectáculo “Unplugged de Soda Stereo” de Música para Volar incluye los arreglos de cuerdas originales, con violín y violoncello, y una puesta que propone “dejarse llevar y desordenar la lectura”, con secuencias sincronizadas de la filmografía de Stanley Kubrick.
“Comfort y música para volar”, álbum de Soda Stereo lanzado el 25 de setiembre de 1996 en su primera edición y que tiene una segunda versión aparecida el 22 de enero de 2007, es uno de los discos más hermosos de la historia del rock en castellano, ya que se trata de un recorrido exquisito por canciones eternas en versiones que combinan la sonoridad acústica de las cuerdas con instrumentos eléctricos, samplers y guitarras distorsionadas.
La propuesta de Música para Volar es disfrutar del disco, interpretado en vivo, con la calidad de escucha que permite el sistema Silent Concert, pero incluye un elemento especial más: la posibilidad de dejarse llevar por un relato paralelo compuesto de imágenes sincronizadas de la filmografía de Stanley Kubrick, que irán estableciendo una suerte de diálogo con el clima emocional de cada fragmento musical.
Música para Volar se formó en 2012 y desde hace más de cinco años se encuentra en gira por toda Argentina y el exterior con sus espectáculos, que incluyen repertorios sinfónicos basados en la carrera de Gustavo Cerati y Charly García. “Música para Volar + Kubrick”, “Paseo eléctrico”, “Hello! Charly Unplugged“ y “Un socio en el desierto“, sobre canciones de Luis Alberto Spinetta son algunos de sus trabajos.
La banda está formada por José Matteucci en voz y batería, Alexis Thompson en guitarras, Julieta Sciasci en bajo y Bruno Moreno en piano y arreglos.
Una constante en su carrera es el profundo respeto por la obra musical que abordan, así como la búsqueda de generar experiencias integrales en el espectador, diseñando cada detalle de la puesta en función de crear momentos únicos de reencuentro con las composiciones.
Tu opinión enriquece este artículo: