Elena Anníbali, 260610

“…en el fuego de la cocina calenté un ladrillo
lo llevé a la cama, del lado
donde duerme el hombre
le dije: amor mío
cuánto te parecés al anterior
la misma mudez, la misma
carencia de ideas,
el mismo virgen corazón
de no haber sentido, nunca,
nada…”.
El blog de Emma Gunst.