La Calizzanesa. Ese fue el nombre que un inmigrante italiano llamado Nario eligió para denominar a su fábrica de pastas inaugurada en el año 1943 y que, siete años más tarde, decidió venderle a Emilia Genta, para formar junto a sus hijos, Néstor y Walter, y sus nietos, la empresa que hoy sigue manteniendo el mismo nombre de origen.
Ese fue el inicio de la fábrica que hoy dirige Gustavo Capalvo. Pero con el paso del tiempo, los negocios colaterales fueron apareciendo, por lo que la empresa comenzó a incursionar en nuevos rubros, siendo uno de ellos la hotelería.
Así fue que surgió el Hotel California; al comienzo recibiendo un público principalmente argentino; y entre el 2005 y el 2010, compensando con la presencia de turistas brasileros. Actualmente, Gustavo Capalvo es quien se desempeña como director de ambos negocios, mientras que Bruno Sobrero solo maneja la dirección del hotel.
Hoy, ambos negocios tienen algo en común y es la constante innovación de sus servicios. “Es nuestro deber mantenernos al día; si no te vas aggiornando vas perdiendo terreno; en la alimentación hay que tener mucho cuidado con la calidad, el servicio, la atención y la variedad de los productos que uno hace”, cuentan.
A pesar de sus cargos definidos, cada empresa tiene integrantes de ambas familias, ya sea en la parte de dirección, como en la de producción o administración. Actualmente, el hotel cuenta con 28 personas trabajando, mientras que la fábrica lo hace con 20.
Tanto Gustavo como Bruno, se mantienen en comunicación constante, ya sea por llamada o mensajes, y dos o tres veces por semana se juntan para planificar las tareas de una mejor manera. Además, ya se vuelve natural que los temas laborales siempre estén encima de la mesa y formen parte de la esencia de la familia. “Es muy linda la empresa familiar, pero hay que marcar las normas y hay que trabajar”, afirman.
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