Las empresas están cambiando por dentro, y no solo en sus organigramas. Reestructuras, búsquedas de propósito y liderazgo más empático marcan la agenda del mundo laboral. Por lo tanto, el movimiento en muchas empresas uruguayas no se ve desde afuera. No hay mudanzas, ni cierres, ni lanzamientos. Sin embargo, por dentro las estructuras cambian. Se rediseñan equipos, se reformulan roles, se reorganizan prioridades y el talento también está en plena transformación.
En tanto, Manini Ríos expresó que “es una tendencia que vemos cada vez más. No es algo aislado, es generalizado”, aseguró. “Las organizaciones están revisando cómo están compuestas, qué necesitan, cómo pueden ser más eficientes, pero también cómo pueden cuidar a su gente en ese proceso”, subrayó.
Detrás de cada cambio organizacional, hay personas reubicadas, adaptándose o buscando nuevas oportunidades. Destacó que también cambiaron las expectativas de las personas. “Hoy las personas esperan más que estabilidad o crecimiento. Buscan propósito, bienestar, entornos saludables y líderes empáticos. Las empresas que sepan interpretar y responder a esa nueva demanda estarán mejor posicionadas para desarrollarse de forma sostenible”, aseguró.
¿Cuáles son las principales razones detrás de estos cambios internos?
Las causas son múltiples y están interconectadas. Por un lado, el avance tecnológico y la automatización impulsan la necesidad de nuevas habilidades. Por otro lado, la presión creciente por optimizar recursos y ser más eficientes lleva a revisar estructuras y procesos.
Estos cambios también implican una transformación en la gestión del talento. Cada vez más organizaciones reconocen que el desarrollo interno, la movilidad y la retención son clave para la sostenibilidad del negocio y para mantener a las personas comprometidas con la empresa.
Además, esta nueva realidad demanda un liderazgo distinto: se espera que los líderes no solo tengan capacidad técnica, sino que también sean cercanos, empáticos y capaces de gestionar la incertidumbre con sensibilidad. Este tipo de liderazgo es fundamental para acompañar a las personas en contextos de cambio constante.
Consultada sobre si está tendencia se está dando de forma generalizada, subrayó que sí existe una tendencia generalizada e incluso creciente. En ese sentido, mencionó que ManpowerGroup observa una mayor dinámica interna en las organizaciones en cuánto a estructuras, rediseño de áreas y una revisión más estratégica del talento disponible.
“No es un fenómeno aislado, sino una respuesta a múltiples factores: transformaciones del mercado, nuevas tecnologías, y una exigencia creciente por lograr mayor eficiencia y agilidad operativa”, enfatizó.
En otro orden, sostuvo que cada vez más organizaciones recurren a ManpowerGroup para implementar procesos de reskilling, outplacement o evaluación de potencial. “Gestionar estos procesos con empatía y profesionalismo no solo es necesario, sino una inversión estratégica para el futuro. Se trata de construir trayectorias profesionales sostenibles, potenciando competencias humanas que faciliten la adaptación y la capacidad de reinventarse”, indicó.
Actualmente, “estamos impulsando junto a INEFOP el programa Templar, que tiene como objetivo capacitar a trabajadores en habilidades transversales. Hemos notado un creciente interés por parte de las organizaciones en desarrollar estas competencias dentro de sus equipos”, señaló.
¿Cómo impacta este contexto en el clima laboral y en la atracción y retención de talento?
El impacto es doble. Por un lado, estos procesos pueden generar incertidumbre y ansiedad en las personas. Pero, cuando se gestionan de forma transparente y humana, también se transforman en una oportunidad para fortalecer el compromiso y la motivación.
Las personas valoran la claridad, las opciones reales de desarrollo interno y el acompañamiento durante los cambios. Hoy, la estabilidad no significa necesariamente permanecer en un mismo rol, sino contar con la posibilidad de seguir creciendo, aprendiendo y aportando valor dentro de la organización.
El bienestar y la sostenibilidad del empleo están ligados a esta continuidad en el desarrollo y a encontrar propósito en el trabajo diario. Las organizaciones que priorizan una gestión centrada en las personas, que cuidan el talento en momentos de transición, son las que logran atraer y retener colaboradores comprometidos y motivados para enfrentar desafíos.
¿Qué tendencias están observando a futuro en relación con la gestión interna del talento?
Una de las principales tendencias es la necesidad de construir entornos de trabajo más humanos, donde el bienestar (incluida la salud mental) ocupe un lugar central en la estrategia de talento. Las organizaciones ya no pueden enfocarse solo en la eficiencia, sino también lograr un crecimiento sostenible implica considerar cómo se sienten las personas, el sentido que encuentran en lo que hacen y la calidad de los vínculos.
En ManpowerGroup Uruguay realizamos el primer estudio nacional sobre felicidad laboral, que mostró que el equilibrio vida-trabajo, el reconocimiento y el propósito pesan incluso más que el salario. Fomentar el bienestar no es solo deseable, sino una ventaja competitiva.
Este cambio también transforma los modelos organizativos, hacia estructuras más flexibles y centradas en habilidades. Esto requiere nuevas formas de liderazgo: líderes que inspiren, contengan y desarrollen equipos en contextos cambiantes.
En esa línea, junto a Apprecia impulsamos el estudio Factor Liderazgo Uruguay 2025, que busca entender cómo se gestiona el liderazgo en el país, evaluar programas actuales y promover una transformación real. Creemos que integrar bienestar, desarrollo de habilidades y liderazgo centrado en las personas es clave para enfrentar los desafíos del futuro.