Las bodegas que allí se instalaron son modernas y elaboran con las variedades Pinot Noir, Merlot y Malbec, que rinden vinos encantadores. En estas tierras bañadas por el sol y regadas por el Río Neuquén se marcan diferencias notables de temperatura entre el día y la noche, algo muy bueno para las uvas. También se destaca la atractiva oferta de enoturismo en una regió novata en materia de explotación vitivinícola.
Para el viajero incansable y el enófilo (amante del vino) curioso, Daniel nos deja algunos tips adicionales para extender el placer de visitar la Patagonia.
“Recorra la Bodega NQN, hospédese en su bella posada (una confortable casa localizada entre los viñedos) y almuerce en Malma Restó Bar no dejando de probar las empanadas de trucha…. simplemente una delicia!
Visite la Bodega Del Fin Del Mundo, pionera en la producción de vinos en “El Chañar”, aprecie lo que es una bodega de grandes dimensiones industriales, y deguste su línea FIN (vinos de alta gama entre los que se cuenta inclusive un Tannat)
Disfrute de la vista que ofrece el Restaurante Saurus de Bodega Familia Schroeder y pruebe sus espumantes, además del cordero patagónico. Luego – para hacer la digestión – visite la bodega y déjese deslumbrar con la construcción en 5 niveles de la misma.
En “Roca” visite el Establecimiento Humberto Canale y pregunte por el Ing. Guillermo Barzi, un erudito que le explicará de maravillas cómo funciona el regadío en el Alto Valle del Río Negro. Por ultimo deguste sus vinos y déjese seducir por el “Carácter Patagónico” de los mismos.
Cene en la Parrilla Los Pinos (Ruta 22, km. 1184) cercana a General Roca, sin dejar de probar las empanadas, las frescas ensaladas, y claro, las carnes como el matambre de cerdo y el bife de chorizo, todo acompañando por un corpulento Merlot de la zona”.
"Piques" para disfrutar de la Patagonia y sus vinos (by Daniel Arraspide)
El sommelier Daniel Arraspide suele tentar nuestro paladar con algunas sugerencias de buenos vinos. Y ahora anduvo en La Patagonia desde donde nos manda “tips” para sacarle el jugo a este destino que parece distante y frío. Unas 18 horas de viaje por buenas carreteras que suman unos 1.600 kilómetros desde Montevideo separan al amante de la aventura de estos terruños llenos de encanto. Para Daniel, “atravesar la Provincia de Buenos Aires y La Pampa (cruzando el desierto) tiene su recompensa al llegar al verde oasis de San Patricio del Chañar (Neuquén) donde las alamedas y los frutales conviven en perfecta armonía con los jóvenes viñedos allí cultivados”.
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