Berazategui atribuye el crecimiento no tanto al aumento del uso de bicicletas en la ciudad (que además no tiene la infraestructura necesaria para ello) sino al mayor poder adquisitivo que tiene mucha gente que no está gastando en viajes.
En el mundo aumentó la venta de bicicletas cuatro veces y se especula que habría sido más si no hubiera sido por problemas en la producción de bicicletas, con desfasajes en la llegada de componentes japoneses y las tiendas sin stock durante meses.
El año pasado Uruguay importó unas 118.000 bicicletas.