“El mercado de casas el año pasado se movió muchísimo en comparación con otros años”, dijo Cánepa. Además, observó, hay muchas obras de reciclaje y actualización de casas. Esto se debe a la demanda de inquilinos argentinos, que acostumbrados a vivir con calefacción central y doble vidrio en las habitaciones, ahora buscan lo mismo en casas que desde siempre fueron pensadas como “de veraneo” y no cuentan con esas comodidades.
“Hay más compradores de casas, más inquilinos de casas y más uruguayos que se mudaron a Punta del Este y quieren vivir en una casa”, acotó.
Sin embargo, los precios se mantienen. “No hubo una baja”, dice Cánepa. “La gente cree que puede venir a Punta del Este a destrozar el mercado pero eso no es así”, comentó, comparando con la crisis del 2002 donde efectivamente eso sí ocurrió.