Este lunes 17 de noviembre arribaron al Muelle B del Puerto de Montevideo las primeras tres locomotoras adquiridas por Grupo RAS, en lo que constituye la etapa inicial de un proyecto ferroviario que la compañía viene gestando desde hace cinco años y que apunta a incorporarse como operador ferroviario privado dentro del sistema nacional de cargas.
Según explicó a InfoNegocios Fabricio Díaz, director de RAS, la llegada de estas unidades es el resultado de un proceso “largo y bastante exhaustivo”, que comenzó con la decisión de entrar a un rubro en el que la empresa no tenía experiencia y continuó con la selección del proveedor. Luego de comparar fabricantes europeos, asiáticos y estadounidenses, Grupo Ras optó por adquirir vehículos de la marca de origen estadounidense Wabtec, cuyas locomotoras para esta operación se producen en Brasil. El criterio de selección se basó en costo, respaldo técnico y disponibilidad de repuestos.
Las locomotoras forman parte de un paquete total de siete unidades. Por ahora llegaron las primeras tres; las siguientes dos se esperan para mediados de 2027, mientras que el último lote dependerá de la evolución de la demanda proyectada.
La inversión inicial del proyecto asciende a US$ 70 millones, pero no se limita al material rodante. Incluye obra civil, infraestructura operativa y tecnología. Según Díaz, “si no tenés estaciones operativas, no podés operar”, por lo que parte importante del presupuesto está destinada a la terminal en el Puerto de Montevideo, el puerto seco del Parque Industrial, y una nueva estación en Rivera.
Objetivo 2026: operar la ruta Montevideo–Rivera
Antes de poner los trenes en marcha, RAS debe completar el proceso de homologación para obtener la licencia de operador ferroviario. La validación técnica de las locomotoras, los planes de mantenimiento y la revisión de los protocolos operativos llevará alrededor de tres a cuatro meses.
Si ese cronograma se mantiene, la empresa estima comenzar a mover cargas entre el Puerto de Montevideo y Rivera en abril o mayo de 2026, utilizando su parque industrial de Ruta 5 como puerto seco para consolidación y desconsolidación de cargas.
A futuro, y en la medida en que el Estado avance en la recuperación de otros corredores, RAS proyecta extender la operación hacia Salto y Río Branco, destinos en los que ya identifica flujos de carga regional hacia Brasil, Argentina y Paraguay.
En su totalidad, cuando las estaciones de Río Branco y Salto estén habilitadas y la flota completa esté en funcionamiento, la inversión acumulada rondará los US$ 120 millones.
Qué cargas podrán mover y qué cambia para los clientes
La primera fase del servicio ferroviario estará orientada a empresas de transporte de madera, graneles líquidos y el segmento más consolidado en la clientela de Grupo RAS: contenedores llenos y vacíos.
Más que un cambio drástico en el esquema logístico, Díaz lo describe como una ampliación de alternativas: “El tren es una opción más dentro de la cadena logística. Habrá clientes que sigan optando por un camión, otros por un tren y otros por un esquema combinado. Para las cargas que pueden operar de punta a punta, sí hay beneficios claros: menos costos, menos emisiones, mayor seguridad y horarios más previsibles”.
Locomotoras conectadas y monitoreo en tiempo real
Las nuevas unidades incorporan el sistema de control del corredor central, que permite un monitoreo permanente desde la torre ubicada en Montevideo. La plataforma muestra velocidad, ubicación y condiciones operativas de cada locomotora, e incluso permite —si es necesario— su freno de forma remota.
Díaz lo resume así: “Funciona casi como una torre de control aeroportuaria, pero aplicada a trenes”.
El avance del proyecto, aclara el director, depende de una articulación estrecha con varios organismos estatales, encabezados por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). “El Estado tiene que asegurar el nivel de servicio de las vías y llegar a los corredores donde es viable mover carga. Los privados tenemos que hacer funcionar la operación, cumplir con los estándares y asumir el riesgo de invertir”, analizó.