En su recorrido laboral anterior, Harari tuvo la oportunidad única de enfrentar el desafío de gestionar una compañía con accionistas tan prominentes como un Fondo de Private Equity, el CEO de la compañía, y el destacado empresario Martín Guerra, reconocido en la industria financiera y tecnológica. Participando activamente en un proceso completo de compra y venta de la compañía local, Harari también tuvo que navegar por las turbulentas aguas de la pandemia. De esta experiencia, destaca dos lecciones fundamentales: la importancia de tener una "mentalidad de dueño", centrada en la generación de valor y la alineación estratégica; y la necesidad de cultivar un "sentido de urgencia" para tomar decisiones cruciales en momentos críticos.
Cuando se le pregunta sobre el consejo financiero clave que compartiría con otros profesionales en roles similares, Harari resalta la importancia de la interrelación y la construcción de relaciones positivas con todas las áreas de la empresa. Enfatiza que la gestión financiera debe ser funcional al negocio y no una entidad aislada. Entender claramente el negocio, su aspecto comercial y operacional es esencial, y Harari aboga por contribuir desde el análisis financiero en todas las situaciones necesarias.
Harari comparte la sabiduría de un director regional que le aconsejó: "el CFO tiene que estar ahí donde está la plata, aunque sea un proyecto o proceso de otra área". Este enfoque resalta la importancia de la integración y la colaboración para el éxito financiero de la empresa.
Otro consejo clave es evitar el sesgo de marginalidad en el análisis económico financiero de los negocios. El CFO, según Harari, debe adoptar una visión integral de los negocios y clientes para tomar decisiones equilibradas, considerando la complejidad inherente a la operación. Este enfoque, respaldado por la experiencia de Harari, revela la importancia de la comprensión holística en el liderazgo financiero.