Pimentón, la marca de ropa íntima que desde hace casi dos décadas es referencia para el mercado y que cuenta con ocho locales y otro de outlet, ha venido desarrollando desde mediados de 2020 un proyecto de expansión hacia el interior del país, fundamentalmente a través del modelo de franquicias, con el que ha crecido en distintos departamentos del país, como Paysandú, Durazno, San José y Treinta y Tres.
Junto al diseño y el trabajo planificado de Estudio SVET -la consultora de franquicias líder en Uruguay-, Pimentón -empresa familiar integrada ya por su tercera generación- prevé abrir en 2021 alrededor de seis franquicias, siendo la primera la que se firmó ayer para el departamento de Salto.
Perteneciente al grupo Darcy -una sociedad anónima dedicada al diseño y la fabricación de ropa que gestiona además las marcas Germe, Ego y Aurora-, Pimentón es la marca más fuerte del grupo, alcanzando el 60% de la facturación en todas sus tiendas.
Según dijo a InfoNegocios el director de Estudio SVET, Alexei Yaquimenko, el crecimiento de Pimentón viene dándose en realidad desde 2017, “cuando la marca, en su afán de superación, innovación y satisfacción al cliente, decidió reinventarse y realizó un fuerte cambio cultural, poniendo el foco en mujeres ?reales? y no en un ideal o estereotipo a alcanzar”.
Fue así que Pimentón amplió la variedad de sus productos y sobre todo de talles, atendiendo una demanda insatisfecha e incluyendo en sus campañas de promoción a mujeres con cuerpos “normales”, sin retoques en las fotos.
De este modo, en 2020 la empresa entendió que Pimentón debía estar más cerca de sus consumidoras del interior y dieron el paso para expandirse -a pesar de la pandemia- y en este 2021 continúan haciéndolo, con la firma ayer, como ya se dijo, de la primera franquicia de 2021.
El otorgamiento de esta nueva franquicia demandó una inversión de US$ 35.000 y un fee de ingreso de US$ 6.000, por lo que ahora sí Pimentón se pone picante en el interior, ganando no solo un mayor posicionamiento y presencia de la marca, sino también dándole ese sabor entre dulce y picante a clientes, mujeres y hombres, que entendieron que hay que amar el cuerpo de cada uno por lo que es capaz de hacer y no por cómo luce.