En febrero, mientras en Argentina y Brasil el tráfico total de pasajeros disminuyó -en términos interanuales- un 74,9% y 45,1%, respectivamente, en Uruguay alcanzó una caída del 92,4%, variable bastante superior dado que nuestro país, más allá del cierre prolongado de fronteras a extranjeros no residentes –medidas similares en la mayoría de los aeropuertos de la región-, no cuenta con frecuencias de vuelos internos o domésticos, como usualmente se los denomina, dependiendo exclusivamente de los vuelos internacionales.
Estos datos surgen del último reporte realizado por Corporación América Airports, la división aeroportuaria del holding, cuya operación alcanza 52 aeropuertos en siete países -Argentina, Brasil, Ecuador, Perú, Italia, Armenia y Uruguay-, incluyendo la administración operativa y comercial y, en algunos casos, el fuelling, carga y otros servicios.
Según Corporación América Airports, en términos generales, en febrero el total de pasajeros que tuvo movimientos en los aeropuertos en los que opera -en Uruguay es el concesionario de Carrasco y Punta del Este- cayó un 69,1% interanual, dejando en evidencia que el COVID-19 continúa impactando los viajes aéreos en todos los países, en los que si bien existen ciertas restricciones y requisitos de viaje en la mayoría, lo que más pesa es que la demanda en general es muy baja.
En cuanto al tráfico internacional, siempre referido a todas las terminales de Corporación América Airports, los números se redujeron en un 84,5% interanual, mientras que el tráfico nacional se redujo al 64,2% interanual.
Como mencionamos antes, con la dependencia de los vuelos internacionales, la operativa en Uruguay es prácticamente nula. De hecho, según el informe, Uruguay está en apenas un 7% de tráfico aéreo de pasajeros, que corresponden a poco más de 15 vuelos de línea semanales a nada más que seis destinos: Panamá, Madrid, Miami, San Paulo, Santiago de Chile y Asunción, realizados por Copa, Iberia, Air Europa, LATAM, Paranair y American Airlines (que deja de operar a fin de mes).
En Argentina, en cambio, según Corporación América Airports, el tráfico internacional de pasajeros alcanza una operativa del 12%, a la que debe sumarse el 31% de tráfico nacional de pasajeros.
El otro gigante de la región, Brasil, tiene una operativa de tráfico internacional menor que la de Uruguay -apenas 2,2%-, pero cuenta con numerosos vuelos domésticos que le significan un movimiento del 58,1%.
Cabe recordar en este punto que, según un informe del Aeropuerto Internacional de Carrasco divulgado en enero de 2021 -al que InfoNegocios tuvo acceso y analizamos detenidamente-, de 37.372 pasajeros que ingresaron a Uruguay entre el 1° de julio y el 31 de diciembre de 2020, solo el 0,04% (16 personas) resultaron positivas de COVID-19, por lo que “la reactivación del transporte aéreo no conlleva el ingreso del virus al territorio nacional”.
En suma, los porcentajes del tráfico aéreo de pasajeros bien podrían ser otros, con números menos replegados, pudiéndose pensar en alcanzar, al menos, los mejores números que hubo de tráfico durante la emergencia sanitaria, que fueron en diciembre de 2020, cuando se llegó al 11,5% de los pasajeros que habían viajado en el mismo mes un año antes.