Bitácora, El Club, Primata, Lou Bizarro, El Pico, Mama Chula, El Barzón… Son algunos de los tantos boliches que estuvieron instalados en Punta del Diablo en la época del “boom”. En años próximos al 2010, jóvenes uruguayos y de otras nacionalidades, de entre 17 y 25 años, llegaban en masa al balneario que explotaba más que nada en enero. Despertarse sobre el mediodía, ir a la playa en la tarde y salir a tomar y bailar en la noche, esa era la rutina que hace un par de años se trasladó a otros balnearios rochenses.
Así, Punta del Diablo fue quedando de lado. Tanto es así que para esta temporada, Casas en el Este prevé una caída del 9% en lo que es ocupación, hecho que dista de los casos de La Paloma, La Pedrera, Piriápolis y Punta del Este, que esperan en promedio un aumento del 26,5%.
Desde InfoNegocios consultamos a Urrestarazú por la situación del Punta del Diablo, a qué atribuye la desaparición de ese “boom” de años atrás. “Las familias se alejaron un poco y cerraron los boliches”, explicó. Es decir, las familias dejaron de ir a Punta del Diablo por el gran descontrol que se generaba en verano, y ahora que los boliches también se fueron, el balneario se ha ido quedando sin visitantes.
“Por las fechas en las que estamos, la mayoría de la gente está consultando y reservando para la primera quincena, pero parecería que Punta del Diablo va a perder mucho público en esa fecha”, dijo el director de Casas en el Este. “El balneario recibe mucho público brasileño, que es el único público que se prevé una baja, y esto lo afecta también. Por ahora es una tendencia, pero parece bastante marcada”, concluyó Urrestarazú.