Mientras el turismo global proyecta generar 91 millones de nuevos puestos para 2035, empresas uruguayas como Isbel lideran la digitalización de resorts en el Caribe, llevando el concepto de Turismo 4.0 más allá de la región.
El turismo no solo se consolida como motor económico global, sino que se perfila como uno de los mayores generadores de empleo en la próxima década. Según un informe de Newsweek Argentina, basado en la 25° edición del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), para 2035 uno de cada tres nuevos empleos a nivel mundial provendrá del sector turístico, generando 91 millones de puestos de trabajo. El estudio, que analizó 20 economías en conjunto con el Ministerio de Turismo de Arabia Saudita, la Universidad Politécnica de Hong Kong y Coraggio Group, alerta sobre un posible déficit de fuerza laboral: la disponibilidad podría quedar un 16% por debajo de lo necesario, lo que implicaría una brecha de más de 43 millones de personas.
Desde Roma, donde se celebró la cumbre del WTTC del 28 al 30 de septiembre, se destacó la recuperación del turismo como motor global y su contribución histórica: se espera que para fines de 2025 el sector represente 371 millones de empleos y aporte 2,1 billones de dólares a la economía mundial. Italia, por ejemplo, obtiene el 13% de su PBI del turismo, con una recaudación récord proyectada de 60.400 millones de euros en visitantes internacionales este año, según cifras oficiales.
En este contexto global, Uruguay comienza a marcar terreno con la tecnología en el sector. Alejandro Draper, director de Hotelería y Turismo de Isbel (Grupo Quantik), explica cómo la empresa uruguaya logró liderar la digitalización de resorts en el Caribe. “Comenzamos en 2018 aplicando un estándar de redes carrier-grade al mundo hotelero. Apostamos a la estabilidad y simplicidad de operación, y con el tiempo los hoteles entendieron que una red robusta es la base de todos los demás servicios”, detalló.
Actualmente, Isbel conecta más de 2.500 habitaciones con fibra óptica hasta la habitación, además de áreas comunes y de servicio. La compañía implementa tecnologías como Wi-Fi administrado, IPTV, sistemas de seguridad y control de acceso, lo que permite experiencias digitales avanzadas. En ese sentido, mencionó: “Room service por WhatsApp, cerraduras que se abren con el celular o el reloj, streaming en la habitación. Todo funciona sobre una infraestructura estable que el huésped no ve, pero que hace que todo lo demás funcione bien”, explicó.
Esto permitió que la compañía uruguaya se expanda a otros países de Latinoamérica, como Jamaica, Puerto Rico y Barbados. Draper destacó que la importancia del Turismo 4.0 está en los cimientos tecnológicos “Sin una red estable y confiable no es posible hacer tracking del huésped ni ofrecer experiencias digitales. Uruguay tiene una ventaja enorme: buena adopción tecnológica y conectividad por encima del promedio de la región”, aseguró.
Un ejemplo concreto en Uruguay es el piloto de Turismo 4.0 en Lavalleja, impulsado con apoyo del BID, que busca llevar innovación a zonas con baja digitalización. En ese aspecto, el ejecutivo explicó que en Villa Serrana todavía hay lugares con Wi-Fi basado en routers celulares y baja penetración de medios de pago electrónicos. “Si este piloto funciona en ese entorno, sería posible llevar la transformación digital del turismo a todo el país”, afirmó.
Además, abre oportunidades para que Uruguay exporte conocimiento y talento tecnológico. “Estamos entre los líderes de Latinoamérica en desarrollo de Inteligencia Artificial. Se pueden crear aplicaciones para analizar flujo de visitantes, patrones de consumo o impacto ambiental en las sierras. Las oportunidades son muchas”, concluye Draper.

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