Por un lado escasez de agua y degradación del suelo. Por otro lado presión inflacionaria y alta demanda de alimentos. En medio, la exigencia inevitable de producir más, pero de modo sostenible. Enmarcando todo esto: un sistema agroalimentario que pasa por uno de los momentos más complejos de su historia.
Según analistas y estudiosos del tema, de cara a 2050 el mundo necesitará generar un 70% más de alimentos que en 2010 y deberá hacerlo no como hasta ahora, sino con menos recursos naturales, con condiciones climáticas adversas y regulaciones administrativas cada vez más estrictos o bien más burocráticas.
En este escenario, América Latina –una de las principales regiones productoras del mundo– enfrenta un doble desafío: “mantener su rol estratégico en la producción global y, al mismo tiempo, adaptarse al nuevo contexto climático, económico y tecnológico que definirá el futuro del sector”.
Esto es lo que se desprende del trabajo realizado por Brixton Venture Lab con el Mapeo Agrifoodtech 2025, un informe que busca identificar y clasificar a las startups más relevantes del ecosistema agroalimentario en la región hispanohablante, excluyendo a Brasil.
El mapeo identificó 763 startups activas en 20 países de América Latina y el Caribe hispanohablante, representando un crecimiento de más del 23% respecto al mapeo de 2024. Según Brixton Venture Lab, este incremento está impulsado por “la incorporación de nuevas soluciones en categorías emergentes como clima, bioeconomía y regeneración”.
Más allá del número total de empresas jóvenes que están rediseñando el sector agroalimentario, el dato relevante es que “una de cada cuatro startups fue creada en los últimos dos años: 2023 – 2025”, confirmando que el ecosistema no solo se está mapeando mejor sino también está en movimiento y con signos de maduración.
En el Mapeo Agrifoodtech 2025 las startups fueron clasificadas en 10 categorías tecnológicas clave, con un claro dominio de soluciones digitales, biotecnológicas y climáticas: 210 startups de sistemas e IoT para el agro (27.52%), 198 de salud y biotecnología agropecuaria (25.95%), 73 startups de clima, bioeconomía y regeneración (9.57%), 61 de alimentos y bebidas del futuro (7.99%), 55 de marketplaces agropecuarios (7.21%), 37 de trazabilidad y sostenibilidad alimentaria (4.85%), también 37 de fintech e insurtech para el agro (4.85%), 34 startups de maquinaria y robótica agropecuaria (4.46%), 32 de producción agroalimentaria innovadora (4.19%) y finalmente, 26 de logística y almacenamiento inteligente (3.41%).
Esto mismo en términos geográficos muestras que cinco países concentran más del 80% del ecosistema mapeado, estando en la cabeza Argentina con 206 startups, México con 181, Chile tiene 97, le sigue Colombia con 93 y en el quinto lugar Ecuador con 61 empresas jóvenes.
Después de este top 5 vienen Perú, Uruguay en el séptimo lugar y Guatemala octavo, seguido por otros países con presencia más emergente, lo que muestra un ecosistema cada vez más diverso y descentralizado.
Según Brixton Venture Lab, este año se destaca la creación de la categoría nueva denominada clima, bioeconomía y regeneración, que agrupa startups enfocadas en la captura de carbono, valorización de residuos, regeneración de suelos y modelos circulares aplicados a toda la cadena agroalimentaria.
Una región estratégica
América Latina es responsable de cerca del 14% de la producción agroalimentaria mundial y, según estimaciones del BID y la FAO, concentra alrededor del 45% del comercio neto internacional de alimentos.
En los últimos años, la región ha batido récords en exportaciones agroalimentarias: en 2022 superó los 349.000 millones de dólares, de acuerdo con datos de la CEPAL. Aunque las cifras específicas para 2024 aún están en consolidación, la tendencia se mantiene al alza, impulsada por la demanda global y el rol estratégico de la región.
“Sin cambios profundos en los sistemas alimentarios y agrícolas –advierte la FAO–, será imposible satisfacer nuestras necesidades sobre una base de recursos ya seriamente agotada”.
En este contexto, América Latina ya no puede limitarse a producir: debe rediseñar el sistema desde dentro. En un mundo que busca soluciones climáticas y alimentarias sostenibles, Latinoamérica no es solo proveedor: es el nuevo hub de innovación del sur global.
“Brasil y Argentina han consolidado ecosistemas AgTech más maduros, con fondos activos, hubs tecnológicos, políticas públicas y marcos regulatorios más favorables. Otros países como México, Colombia o Perú aún enfrentan retos para fortalecer sus redes de innovación y generar mayor certeza para los inversionistas. Aun así, México se perfila como un país con alto potencial, especialmente en el desarrollo de soluciones financieras para el agro y en la adopción de prácticas sustentables”, dice el documento de Brixton Venture Lab.
En suma, en este nuevo mapa, el papel de cada país será clave para construir un ecosistema latinoamericano verdaderamente integrado y competitivo, diverso y especializado en diferentes cultivos.
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