Con el firme propósito de proteger el planeta y conservar los recursos natrales, Samsung viene siguiendo desde hace un tiempo tres principios fundamentales que guían los cambios en cuanto al embalaje de la serie Galaxy S: reducir, reemplazar y reciclar.
A través de estos tres principios, la compañía ha modificado desde la cantidad de embalaje hasta los materiales utilizados, optimizando así el producto final e implementando procesos más sostenibles.
Desde el lanzamiento del Galaxy S7 en 2016, Samsung ha desarrollado empaques más ecológicos con cada generación de la serie Galaxy S. A lo largo de este camino buscó eliminar los elementos que pudieran llegar a obstaculizar el proceso de reciclaje de los envases de sus productos.
Luego de una extensa investigación de materiales ecológicos y un largo recorrido, Samsung llegó al empaque de su último dispositivo insignia, la serie Galaxy S21. El embalaje de esta serie contiene solo el 4% del plástico utilizado para empaquetar el Galaxy S7, lo que reduce los residuos generados por unidad de embalaje en un 49%.
Del mismo modo, el empaque del Galaxy S21 contiene solo el 58% del papel utilizado en el del Galaxy S7. Como resultado de estos continuos esfuerzos de sustentabilidad, Samsung disminuyó la cantidad de carbono generado durante el desarrollo del empaque de la serie Galaxy S21 en un 50% en comparación con el del Galaxy S7.
Hasta ahora, la serie Galaxy S21 presenta el empaque de producto más ecológico dentro de esta serie. Cada caja del dispositivo está fabricada con cartón ondulado -en lugar de papel rígido-, lo que mejora su reciclabilidad. Además, se retiraron los accesorios, como el enchufe del cargador y los auriculares integrados, para minimizar aún más la cantidad de embalaje y promover los hábitos de reutilización y reciclaje entre los usuarios de Galaxy.
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