Un chocolate debe componerse de tres elementos clave: sólidos de cacao, manteca de cacao y azúcar… Nada de aceites ni grasas hidrogenadas. En Atelier de Chocolates uno entra a su pequeño local –como salido de una película europea– e intuye que la experiencia de saborear un chocolate puro de cacao es lo que va a vivir.
“Eso es nuestra esencia, eso es lo que nos distingue. Excelencia, calidad, atención. Atelier de Chocolates es una chocolatería y heladería que funciona y crece en el boca en boca”, Virginia Aguiar a InfoNegocios, agregando que “la conformidad no tiene lugar en nuestra búsqueda incansable por superarnos”.
Según la propietaria de la firma, el secreto de Atelier de Chocolates está en su calidad artesanal de trabajo, “tanto en los helados, cuyas recetas vienen de familia, siendo el de chocolate y el de pistacho los preferidos por nosotros y los clientes, como en la elaboración de las barras de chocolates”.
El producto más vendido en este sentido es, sin duda, el chocolate extra amargo, con un 95% de cacao, cuya presentación es picado y los 150 gramos están cerca de los $ 180.
“El chocolate al 95% es nuestra variante más potente, con un sabor intenso y una textura muy disfrutable”, señaló Aguiar, agregando que “si bien cada vez más personas disfrutan y aprecian el verdadero sabor del chocolate, muchos prefieren tonos más dulces cuando se trata de postres, es decir, chocolate con leche o semi amargo”.
Sin embargo, la elaboradora dijo que continuamente trabajan con nutricionistas y profesionales de la salud, quienes recomiendan el chocolate al 95% por sus bondades nutritivas y el impacto positivo que tiene sobre la salud.
“Más que un postre es un alimento”, remarcó Aguiar.
Ahora bien, más allá de esto, la elaboración artesanal y de menor escala le permite a la propietaria de Atelier de Chocolates probar nuevas cosas, como por ejemplo hacer ahora huevos de Pascua, aprovechando la zafra de Semana Santa.
“Como en muchas otras elaboraciones, incluso en los sabores de helado o en los frutos secos, me guío por lo que las personas vienen y piden. ¿Tenés nueces bañadas en chocolate? No, pero para la próxima podemos elaborarlas… y ahí están. Con los huevos de Pascua pasa algo similar, pero sobre todo porque lo que quieren, creo, no es tanto el huevo, sino que esté hecho con nuestro chocolate”, finalizó Aguiar.