Hacia fines de enero de 2021, en pleno verano, época en la que el gin tonic termina siendo el trago ideal para disfrutar solo o con amigos, Gin Patrimonio salía al mercado y sorprendía a todos por su sabor a flores secas, amargo y picante a la vez, tratándose de un producto más que interesante por la revalorización que hicieron de la flora nativa del país.
Camilo Álvarez, uno de los nueve integrantes que tiene Espíritu Nativo, dijo a InfoNegocios que más allá del gin o el agua tónica –que también han desarrollado–, el objetivo del emprendimiento empresarial es justamente “poner en valor el enorme potencial que tienen las plantas nativas uruguayas, desarrollando productos en base a eso sí, pero con la mira puesta más en el concepto, en eso de la riqueza patrimonial que tienen nuestras plantas y flores autóctonas”.
Así es cómo surgió primero Gin Patrimonio, elaborado a partir de la recolección de ocho plantas nativas de Uruguay más un ingrediente no nativo, el enebro –necesario para denominar la bebida como gin–, y ahora surge una nueva versión de esta bebida, cuya particularidad es que está macerado en flores de espinillo.
“Fuimos los primeros en utilizar como materia prima el monte para la elaboración de un destilado, y volvemos a serlo ahora con esta nueva versión de Patrimonio macerado en espinillo”, dijo Álvarez, agregando que “Patrimonio surge de trabajar con arrayán, pitanga, guayabo del país, chirca, romerillo, guayabo colorado, cedrón de monte y molle ceniciento”.
Según el integrante del equipo de Espíritu Nativo, actualmente la firma produce unas 150 botellas mensuales de Gin Patrimonio y del macerado en flores de espinillo –lanzado al mercado en junio– se hizo una primera tanda exclusiva de 100 botellas, cuyo precio es de $ 1.800 mientras que el gin clásico es de $ 1.100, en ambos casos en envase de 750ml.
En paralelo a esta nueva versión de su gin –que vino acompañado también de una nueva imagen de etiqueta y de la marca Espíritu Nativo–, Álvarez y equipo produjeron un agua tónica artesanal en lata.
“Se trata de un producto todavía no estandarizado, que hacemos para ocasiones especiales, pero guarda en esencia lo que buscamos en el proyecto, que es explorar nuestros montes y ver qué podemos hacer con nuestra flora nativa. En el caso del agua tónica artesanal tenemos un producto elaborado con salvia trepadora, arazá amarillo y quina de campo”, remarcó Álvarez.
En suma, en escalas artesanales, Espíritu Nativo trae no solo novedad o un producto único, sino innovación y búsqueda de identidad, que en este caso viene del monte con sus aromas y sabores.