La radio pasó a ser el medio de comunicación por excelencia en los ómnibus. Están prendidas todo el día y los choferes nos obligan a escuchar los programas de su preferencia, muchas veces a un volumen que excede lo deseable. También es cierto que cada vez más gente que se sube al bus “enchufada” y otra que está inmersa en los mensajitos de texto o el chat por celular. ¿Te molesta o te sirve para informarte que el chofer y guarda vayan escuchando la radio?
La radio sigue reinando en los buses capitalinos (hubo dos intentos fallidos con pantallas de TV)
Hace unos 10 años (cuando ni siquiera hablábamos de pantallas de plasma ni LCD), la empresa más importante del transporte colectivo metropolitano incorporó algunas pantallas de televisión en la que se proyectaban contenidos y publicidad. Con el tiempo advirtieron que la gente no le prestaba atención y los aparatos fueron retirados de las unidades. Hace un par de años se reavivó el intento pero en las unidades del transporte diferencial, en las que se viaja más cómodo pero tampoco prosperó y hoy las pantallas están, pero apagadas. Ninguno de ellos ha podido con la radio.
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