En ese marco, Martin Dibarboure, director general de Kroser sostuvo que la empresa se encuentra en un momento de consolidación y mantuvo un crecimiento sostenido durante 25 años. “La tasa de crecimiento es del 10% en cuanto a la apertura de nuevos puntos de venta por años”, indicó Dibarboure.
Kroser llega a todos los puntos del país, aunque están más concentrados en Montevideo y área metropolitana. Pese a la situación actual, con alta competitividad y incertidumbre global, la empresa se adapta rápidamente al entorno cambiante. “Nuestra empresa buscó diversificar en dos áreas principales: ampliando propuesta de productos para adaptarnos a la evolución de las cadenas de distribución tradicionales. La diversificación de productos y la reducción de eslabones en la cadena de distribución son clave para mantener la competitividad”, aseguró.
La segunda se centra en la inversión de marcas propias o representación de marcas, siempre alineados con las tendencias del mercado. “Estamos enfocados en incorporar nuevos productos y adaptar nuestra oferta a las necesidades cambiantes de nuestros clientes”, explicó.
Agregó que: “La competitividad es sana y ha llevado a que las empresas diversifiquen y ofrezcan algo distinto para mantenerse en el mercado. La pandemia reforzó la importancia de los negocios de cercanía, y el e-commerce se ha convertido en una parte crucial del comercio, haciendo que las empresas deban adaptarse y mantenerse visibles en plataformas digitales”.
Dos modelos de franquicias
Según explicó Martin, existen dos tipos de modelos de negocios: las nuevas y las que se suman al sistema Kroser. “La inversión depende del tipo de franquicia. En ese sentido, resaltó que la inversión en una franquicia es “relativamente” baja en términos absolutos, especialmente si se considera la rentabilidad que puede comenzar a generar desde el momento en que inicia el funcionamiento.