Nuestra salud mental afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos. Determina cómo manejar el estrés, relacionarnos y tomar decisiones.
Priorizar la salud mental genera compromiso, mejor rendimiento laboral y menor ausentismo, por lo que invertir en el bienestar y desarrollo implica una mejor cohesión interna, fortaleciendo la marca empleadora y reduciendo costos.
¿Qué acciones se pueden tomar para fomentar el bienestar y la salud mental en las organizaciones?
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Conciliar la vida personal con la laboral: horarios flexibles, trabajo remoto, días libres para consultas médicas o cumpleaños.
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Promover el descanso, la creatividad y la distensión.
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Asegurarse de que la persona cuente con los elementos necesarios para trabajar.
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Generar un espacio de diálogo a través de seguimientos y reconocimientos. Fomentar una cultura positiva, de empatía y comunicación.
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Beneficios de ejercicio físico, procesos terapéuticos, pausas activas, meditación, ingestas a disposición, entre otros.
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Desarrollo laboral: capacitaciones, planes de carrera, charlas de bienestar, movilidad interna.
Las personas buscan sentirse satisfechas en su lugar de trabajo, desarrollarse, aprender y mantener el equilibrio. Las organizaciones que prioricen la salud mental estarán dentro de las que los talentos consideren “las mejores empresas para trabajar”; así, incorporarán personas capacitadas, que despliegan su máximo potencial y por tanto el de la organización.
Cecilia Rodriguez Peralta, gerente senior de Selección de Personal de PwC Uruguay.
Elisa Liepmann, consultora senior en Gestión Humana de PwC Uruguay.
Valentina Reyes, consultora senior en Gestión Humana de PwC Uruguay.