Pocos nacimientos y una esperanza de vida cada vez más extensa hacen a una sociedad estancada, como la uruguaya. En teoría, estas características van contra el negocio de la muerte, pero hay otros factores que entran en consideración, nos explicó el gerente General de Martinelli, Pablo Cardelino.
Actualmente, la gran mayoría de los montevideanos cuenta con algún tipo de cobertura, por lo que el espacio para seguir creciendo en el mercado es bastante acotado: solo un 10% contrata el servicio fúnebre de forma particular cuando lo necesita. “Salvo los casos que se atienden por el servicio fúnebre municipal, que son entre el 15% y el 20% de las inhumaciones de Montevideo, el resto tiene algún grado de cobertura, sea por las previsoras o por mutualista”, indicó. La pelea, entonces, pasa por mejorar cada vez más el servicio y de satisfacer necesidades por fuera de la cobertura básica.
“El crecimiento va por el lado de tratar de llegar a la gente con los sistemas previsionales, tratar de ampliar la oferta con nuevos servicios”, dijo Cardelino. En este sentido es que, en el caso de Martinelli, la empresa nació como funeraria, pero con el correr de los años fue agregando su propia previsora y hasta el Cementerio Parque, mercado en el que el gerente General consideró que hay mucho para crecer.
Un dato interesante es que últimamente ha desembarcado con fuerza la cremación, tal como marca la tendencia mundial. “Se ha incorporado como una etapa más del proceso. Creció bastante pero en los últimos tres o cuatro años se ha estabilizado”, indicó Cardelino. Para tener una idea, hoy en día, en los servicios de Montevideo, el 25% implica cremación, cifra que ha llevado al aumento de crematorios a nivel nacional.