En Facebook, dos páginas se tiran con munición gruesa. Una tiene 843 “me gusta” y otra 616. No faltan las críticas pero también los halagos. En algunos casos responden familiares de los uruguayos que se fueron a trabajar al local de Buenos Aires y en otro, clientes que no encontraron lo que esperaban, algunos que celebran la apertura y otros que aseguran que el local no tiene los mismos productos que en Uruguay. En el medio, decenas de comentarios para un lado y para otro. ¿Te parece bien que se utilice una marca que no está registrada en otro país aprovechando su “mística” en el país de origen?
Polémica por La Pasiva en Buenos Aires se juega en el terreno 2.0.
La instalación de La Pasiva en Buenos Aires tiene impulsores y detractores, muchos de los cuales utilizan las redes sociales (y nuestro Qué dice la gente) para dar la batalla y avivar la polémica por la defensa de los derechos de marca por un lado y la libertad de registrar una marca en donde no lo está. Hace menos de un mes, la apertura de un restaurante de nombre La Pasiva en pleno centro de Buenos Aires, abrió la polémica. El restaurante lleva el mismo nombre de la emblemática cadena uruguaya (muy reconocida por los argentinos) pero no tiene ninguna vinculación con el dueño de la marca en Uruguay.