En una nueva etapa para el desarrollo energético de Uruguay, el 28 de octubre Chevron adquirió formalmente un 60% de participación en el bloque AREA OFF-1, ubicado entre 100 y 200 kilómetros de la costa, en aguas profundas del océano Atlántico. Challenger Energy, quien había liderado las fases iniciales de investigación, ahora mantiene el 40% del proyecto, mientras Chevron asume el rol de operador de esta área clave. Este acuerdo, valorado en $12,5 millones, obtuvo la aprobación de las autoridades uruguayas y refuerza así el papel del país en el creciente interés internacional en la exploración offshore de petróleo y gas de estos últimos años.
Según explicó a InfoNegocios Diego Durand, Vicepresidente de ANCAP, esta incorporación de Chevron representa un “hito de trascendencia internacional”, dado que la compañía es uno de los principales actores del sector energético a nivel global. El acuerdo garantiza que Chevron cubrirá el total de los costos de una campaña de sísmica 3D en el bloque, con el potencial de iniciar en el primer trimestre de 2025. Esta fase de investigación será fundamental para analizar la viabilidad de realizar perforaciones exploratorias en el futuro.
Además de la inversión inicial de $12,5 millones, Chevron destinará decenas de millones de dólares a la recolección de datos sísmicos 3D, mejorando la precisión en el análisis de la estructura geológica del bloque. Este enfoque apunta a minimizar riesgos y maximizar las probabilidades de éxito en futuras perforaciones. Durand comentó que las características geológicas del área, similares a las descubiertas en Namibia y en la cuenca de Brasil a la altura de Pelotas, incrementan las probabilidades de éxito exploratorio, que pasaron del 12% al 23% en los últimos años. Esto fue un factor clave para atraer a grandes empresas como Chevron, quienes buscan replicar el éxito de otros descubrimientos en cuencas geológicamente conectadas.
Según informó el sitio Offshore-mag.com, en caso de que Chevron decida avanzar con una perforación exploratoria, la compañía asumirá el 50% de los costos de Challenger en esta etapa hasta un monto máximo de $20 millones.